Capítulo 119

 

Víctor está destrozado. Hera no abre los ojos. No le siente el pulso.

--¡¡no te mueras. no te mueras.¡¡

La besa llorando. Ni se fija ni le importa que Susana le apunta a la cabeza.

--¡¡hoy te mueres, perro¡

En el momento que va a disparar entra Camilo.

--¿¿¡que haces loca?¡ --le dice a la vez que le agarra del brazo.

Ana y Francisco son de los primeros en llegar. A Ana se le hiela la sangre por lo que ve. Víctor llora abrazado a Hera que está llena de sangre.

--¡¡me la mataron. Me la mataron.¡

Camilo le arranca el arma a Susana y molesto le dice a Ana:

--¡¡la loca de tu madre ha querido matar a mi hermano.¡

Jorge (sin camisa) y Eugenio se acercan corriendo.

--¿¿¿qué ha pasado?

Es Gustavo el que llama a una ambulancia. Luego mira a Susana con rencor:

--le han disparado a mi cuñada. ¡que venga también la policía¡

La joven Ana esta deshecha. Camilo de un empujón tira a Susana a los pies de su hija y su yerno mientras dice con reproche:

--¡¡¡mira a ver si controlas a la loca de tu madre mientras se la llevan presa¡

Susana solo llora enloquecida:

--¡¡lo hice por mis hijas. Por mis hijas.¡

Ana acaricia a su madre angustiada. Francisco está detrás de su esposa apoyándola. Camilo le pone la mano en los hombros a su gemelo. Víctor mira a su hermano deshecho:

--¡¡me la mataron. Me la mataron..¡

Camilo sufre por el dolor de su hermano. Le duele que sea en el momento que era más feliz cuando le pase precisamente esto. Todos los hermanos están conmocionados por lo que ha pasado. Ana siente el dolor de las muertes de sus hermanas y ahora la locura de su madre.

Angélica abre la puerta de su casa.

--¿¿tú?¿¿qué haces aquí?

Manuel entra muy tranquilo. La mira divertido.

--mira niña. No he venido a hablar contigo. ¡¡llámame a Paula¡

Manuel llega con maleta y todo. Se muestra descarado como si esa casa fuera suya. Angélica quiere impedirle el paso pero no se deja.

--está bonita la casa. --dice mirando a su alrededor.

--¡¡nadie te ha pedido que entres¡¡

Manuel se muestra seductor. A Angélica le gusta la sonrisa de él. La seduce pero le hace sentir mal que se siente atraída hacia el padre de su sobrina y más con la aptitud de él. Manuel sorprende a Angélica mirándole el trasero.

--¿¿qué miras, degeneradita? ¿¿es que quieres probar la carne que tanto gusto a tu hermana? No estás mal para hacerte el favor. Yo te lo hago.

Él quiere tocarla pero ella no se deja aunque se muere de ganas. Ese chico le causa rechazo pero a la vez le gusta. Le parece guapo. Sexy. Le duele que se ría de ella:

--ya me doy cuenta que te gusto pero pregunté por Paula. ¿me la llamas?

Se oye a la bebita llorar.

--¿es mi hijo?

Angélica hace que si con la cabeza. Manuel sigue el llanto. Angélica agarra a la pequeña. Ve un poco de decepción en los ojos de Manuel al ver que es una niña:

--Se llama Lourdes.

--que bien. ¿y tu hermana?

Sonríe con cara de depravado:

--quiero recordar viejos tiempos.

Ella siente celos:

--¡¡la abandonaste embarazada y ahora ¿¿¿qué buscas?¡

Manuel la mira seductor:

--qué celosa estamos, no?

A Angélica no le gusta nada que Manuel se dé cuenta que se siente atraído hacia él para cambiar de tema dice:

--Paula no está.

--cuando llega?

--Se fue. No vuelve.

Manuel no la cree. Sonríe con ojos libidinosos.

--No seas mala. Ya sé que te quieres quedar conmigo pero no está bien --dice con ironia.

Angélica esta con ironía:

--¡¡usted es un cerdo. nunca estaría con alguien como usted.¡

Él sonríe seductor y ella se derrite.

--si ya. bueno. ¿¿que pasó con Paula?

--No sé nada de ella. Cuando nació la niña la quiso dar en adopción pero yo me la quise quedar.

--así que abandono a mi hija. pues ahora mismo me la llevo yo.

Angélica se aferra a la pequeña:

--¡¡Ella es mi hija. La siento mía. la crie desde que nació¡ ¡¡cualquier cosa pero no me quite a mi niña.¡

Angélica está desesperada. Manuel la mira con cara de depravado:

--¿cualquier cosa?

Ella lo mira asustada. Hace que si con la cabeza. Con las manos en los bolsillos y mirada de pícaro travieso él dice:

--yo te podía dejar a la niña. Si te acuestas conmigo.

A ella le gusta él pero le molesta su descaro, su prepotencia. Le excita la idea de obligarse a estar con él pero a la vez le da bronca. Por la manera de ser de él y porque a ella le gusta. Se empieza a desnudar. Él traga saliva excitado.

Hera está en quirófano. Muy grave. Víctor está deshecho. Gustavo, Jorge, Eugenio padre y Eugenio hijo lo están apoyando. Abrazado a él. Llorando con él esta Camilo. 

--todo va a salir bien.

--¡si se muere me mato¡ --llora Víctor.

Camilo es muy cariñoso con su hermano. No soporta verlo sufrir.

--todo va a salir bien. Seguro.

Víctor llora sangre. Está derrotado por el dolor. Por el miedo. Su voz suena rota como está su alma al pensar que puede perder a la única mujer que ha amado:

--Nunca pensé que Hera me amara tanto. ¡¡Dio mi vida por mi¡

Camilo tiene escalofríos porque siente suyo el gran dolor de su hermano. Lo acaricia, lo besa pero nada puede hacer para que se sienta mejor. Víctor se siente morir:

--ni pensé que yo la amara tanto porque yo también daría mi vida por ella. ¡¡yo quisiera estar en su lugar.¡

Víctor llora angustiado. Además se siente culpable: 

--¡es mi culpa. Es mi culpa.¡ ¡¡es culpa de mis errores.¡

--No digas eso --le dice-- todos cometemos errores.

Víctor llora con angustia:

--¡¡yo me acosté con Ángela, con Daniela, con Susana. Me acosté con cuanta mujer se me acercó y las lastimé y aquí están las consecuencias. 

Camilo trata de animarlo. Le repite una y otra vez que se dejó llevar por sus hormonas, que lo hizo sin maldad pero Víctor no puede evitar sentir ese dolor:

--¡¡si le pasa algo a Hera o a mi hijo nunca me lo perdonaré¡

Llega el médico. No tiene cara de muy buenas noticias. Víctor se derrumba. Camilo abraza a su hermano. Está ahí para levantarlo.