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Ana reposa su cabeza en el pecho desnudo de Francisco. Lo ama pero el pasado es muy duro y no está segura de poder olvidarlo. Francisco con su hija y de nuevo con su esposa ha vuelto a la vida.
--dime que no me vas a echar de tu vida, que nos iremos juntos.
--dame tiempo.
--¿y entonces?
--No me hagas preguntas. Yo no me voy de aquí. Tú si quieres te puedes quedar.
--¿contigo?
Él es muy amoroso. Quiere saber en que términos están como pareja pero ella no sabe bien que decirle.
--con tu hija.
A ella eso le decepciona un poco:
--ese quiere decir que me tocará dormir en el sofá?
Ella no lo mira a los ojos y con cierta timidez le dice:
--te puedes quedar en mi cama.
Él sonríe con cara de depravado. La acaricia para que lo mire y le pregunta:
--esta noche?
Ella lo acaricia. Le acaricia esa desaliñada barba:
--todas las noches pero sin preguntas, sin compromisos.
Él sonríe:
--¿sin compromisos? ¡soy tu marido.¡ --dice divertido.
Ella apoya su cabeza en el pecho de él. Se lo acaricia:
--Como sea. No me dejes pensar. No me puedo creer que estemos juntos. Después de todo. No quiero pensar. No quiero pensar.
Se encuentra bien con él. Está feliz y no quiere pensar. Él le acaricia los cabellos:
--está bien.
Ella levanta la cabeza. Lo mira. Lo besa. El responde feliz:
--solo te pongo una condición
--cual?
Ella sonríe. Le toca la barba, el pelo:
--que te afeites, que te cortes ese pelo y vistas decentemente.
--eso es un hecho.
Él le guiña el ojo y sonríe.
--almenos te duchabas ¿no?. --pregunta ella con ironía.
--a veces --dice divertido.
Se besan aunque aún hay dolor sienten una gran paz de estar juntos.
Hera despierta a primera hora de la mañana en brazos de Víctor. Lo mira emocionada. Lo mira mientras duerme. Se acaricia el vientre.
--que esto sea para siempre.
Se viste en silencio con cuidado de no despertarlo. Agarra las llaves del auto de el y se acerca a la farmacia más cercana:
--¿hay algún test en que con seguridad se pueda saber si se está embarazada desde el primer día?
Le dicen que sí. Lo compra y regresa al lado de Víctor. Quiere saberlo antes que él se despierte. Lo mira con emoción. Va al baño. Mientras espera el tiempo prudente sale al cuarto. Lo mira a él con las manos en el vientre:
--¡¡que sea que sí, que sea que si.¡
Sabe que todo el mundo le dirá que tener un hijo con su primo es una locura y más no teniendo promesas de parte de él hacia ella pero siente algo muy especial hacia Víctor y quiere llevar su semilla en el vientre.
Francisco duerme plácidamente en la cama de su esposa. Ella lo mira divertida. Tiene un bote de espuma en sus manos y se le escupe con él en toda la cara. El despierta aturdido.
--¿qué pasa?
Tiene toda la cara llena de espuma.
--¿qué hora es? --confundido.
Ella lo mira divertida:
--¡¡es hora de afeitarse.¡
El se levanta desnudo y guerrero. Le quiere robar el bote de espuma pero ella no le deja:
--¡¡no. no. te lo compré para que te afeites. Quiero que estés bien guapo cuando conozcas a mi hija.¡
Él se acerca a la cunita:
--cuando se despierta.
--Recién le di el pecho. Tardara un par de horas.
Él la mira regañón:
--¿porque no me despertaste antes?
--No, la asustarías. ¡¡primero date una ducha¡ --dice divertida.
Él la abraza.
--¡¡no. no. que manchas.¡
Los dos se ríen, Él la besa y la mancha toda la cara de espuma:
--ahora te tendrás que duchar conmigo. --dice con cara de pícaro.
Ella se desnuda ante él y se dan un beso de espuma. Ella le echa más espuma en toda la cara y luego corre hacia la bañera. Francisco la abraza. El dolor está quedando en el recuerdo y el corazón. Se sienten felices de haberse reencontrado. Se besan en la ducha. Se acarician. Se enjabonan mutramente. Se secan el uno al otro. Luego salen, el se corta la barba. Ella le sonríe cuando va apareciendo el rostro del hombre que amó. Francisco se siente liberado cada vez que van cayendo los pelos de su barba. Se llena de espuma y se pasa la maquinilla. Ella lo mira enamorada mientras él se afeita. El resultado no puede ser mejor. Ella lo acaricia.
--estas tan guapo como cuando me enamore de ti. --dice enamorada.
--¿me dejaste de amar? --pregunta temeroso.
Ella se echa a sus brazos:
--quedamos que cero preguntas.
Él le sonríe y se besan. Luego él se toca las greñas:
--y con el pelo que hacemos?
--Eso te lo cortó yo mismo ahora.
Él no la mira muy convencido:
--¿seguro?
Ella le pellizca el trasero:
--¡¡a la cocina. Ya lo tengo todo listo.¡
Él se gira. Hace que le va a pegar un bocado y se besan. Ana le va cortando el pelo. Él está contento. Se ha sentido muy solo en estos meses y está feliz de que lo cuiden de nuevo.
--seguro que sabes lo que haces? --pregunta él riendo.
--tranquilo que peor de lo que te quedaba no será.
Los dos sonríen. Como ultimo él se mira al espejo. Vuelve al ser el de antes. Ella le entrega una bolsa:
--te compre ropa decente. Dos pantalones y dos camisas. Ropa interior para varios días.
Él está muy feliz. No hace preguntas pero siente que esta comenzado de nuevo y eso le hace feliz. La abraza:
--gracias por todo.
Ana le sonríe:
--vístete que tu hija te espera.
Ella lo deja solo en el salón mientras que el se viste.
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