sábado, 5 de diciembre de 2020

Capítulo 27

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Paula llega a su casa ensimismada y con una cara de felicidad que no puede con ella. Angélica se da cuenta que no ha ido a la tienda.

--¡tu te has acostado con el vecino¡ --dice escandalizada.

Paula suspira enamorada.

--¡¡lo acabas de conocer.¡ ¿¿como te puedes acostar con hombres que no conoces y rechazar a Jorge que lo da todo por ti¡

--Jorge acepta que yo me vea con otros hombres.

--¡¡no. él no dijo exactamente esto¡ ¡¡no es justo que mientras le prometes que trataras de quererlo te acueste con el primer imbécil que se cruce en el camino¡¡

--él seguro hace lo mismo

--¡¡tienes que ser sincera con Jorge¡

--¿y quedarnos en la calle?

--¡¿eso es lo único que te importa con Jorge? ¿¿¡que pretendes con el?¡ ¿¿si vas de cama en cama porque hacer sufrir a Jorge?¿¿porque con él no?

En realidad Angélica no es que quiera empujar a su hermana a la cama de su amado. Se siente importante siendo ella la única que se acostó con Jorge pero le duele que juegue con él mientras que con los otros le da lo que a Jorge le niegue. Fascinada Paula dice:

--Jorge jamás me llenaría como me han llenado Reynaldo. Manuel. y la suerte es que Manuel es nuestro vecino y no desaparecerá.

--¿¿y crees que ese crio te tomara en serio?

--después de lo que hemos vivido. ¡¡ya lo creo.¡¡

Paula suspira feliz. Mientras Manuel esta desnudo en la cama fumando un cigarro satisfecho. Tiene cara de depravado pero en el fondo de su mirada hay dolor. Hay rencor. No puede olvidar a Hera en brazos de Víctor.




Ana va a buscar a Francisco a su casa. Él la mira dolido y a ella le sabe mal.

--¿¿será que ahora podemos hablar?

--¿y tu hermana?

--Esta en casa con mama y Fran.

--¿como esta? ¿sabe que por ella no hay boda? --le reprocha.

--No, no le hemos dicho nada. Esta como fría. No quiere hablar con nadie.

Ana lo acaricia pero Francisco la rechaza molesto.

--¿¿que te pasa? --le pide ella triste.

--¿¿y encima me lo preguntas?¡¡ --le reclama él lloroso.

--¿¿porque me tratas así?

A Francisco le duele mucho que Ana haga como si no ha pasado nada.

--¡¡yo tengo muy claro que no quieres vivir conmigo. almenos no con las mismas ganas que yo.¡¡

--No digas eso. Si te calmas podremos hablar.

Francisco se siente herido y brusco le dice:

--¡¡quiero que prepares a mi hijo, me lo llevo de fin de semana¡

A Ana le toma de sorpresa:

--¿¿como?

Nunca su hijo ha estado con su padre sin su madre presente. Los fines de semana siempre los han pasado los 3 juntos en la casita de Francisco.

--Ya que es evidente que no tienes ningún interés en vivir conmigo pues almenos este fin de semana no me tendrás que aguantar.¡¡¡

Él esta muy alterado y no la quiere escuchar mientras ella le dice que lo ama como siempre.

--¿¿¡es que también me negaras el derecho a estar a solas con mi hijo?¡ --le reclama hiriente.

A ella le duele la dureza con la que le habla.

--prepararé una maleta  --triste.

--No hace falta --dice él brusco-- ¡preparare ropa de la que tengo en casa.¡

--pero ¿¿donde iras? --angustiada.

--No se. --frio.

--Tienes el brazo roto. No estás en las mejores condiciones.

--¡¡cuidare bien de mi hijo¡

Ella se muestra cariñosa. Él brusco.

--por favor --le suplica ella-- no lo lleves a navegar. Es muy pequeño para que tenga tus mismas aficiones.

Francisco no le dice nada pero la mira desafiante.


En la noche, Jorge y Eugenio están con dos chicas. Jorge delante con una. Eugenio detrás con la otra. Practican coito llenos de satisfacción como dos bestias salvajes. Las chicas los dejan después. Eugenio pasa al asiento de delante. Los dos hermanos hablan muy satisfecho.

--veo que ya has olvidado a esa niña.

Eugenio sonríe tierno:

--no. Me gustaría verla.

--pero igual no se te han quitado las ganas. --con cara de picardo.

--¿y tu?¿ya se te ha pasado el amor por Paula?

Jorge está decepcionado porque Paula no se ha querido casar con él:

--yo la amo y si ella me da el si le seré fiel toda la vida pero se ha acabado hacer el tonto.  no la esperaré a pan y agua.soy libre para estar con otras mujeres..

Los dos hermanos se sonríen con cara de traviesos.  Las chicas están encantadas con los chicos y esperan que estos recuperen fuerzas para hacer un cambio de pareja. Los hermanos se sonríen y chocan sus manos con complicidad. 




Por su lado aprovechando que Angélica está dormida Paula sube a buscar al vecino. Este la mira con cara de divertido y la hace pasar.


Al día siguiente en el desayuno, Ana está hablando con su madre. Esta angustiada. No le gusta no poder vigilar a su hijo.

--es la primera vez que me separo de él. ¡¡no se vale que Francisco me haya hecho esto.¡

--¿¿qué es lo que te preocupa?

--precisamente eso. Lo que tú piensas.

--Mi nieto y su padre sienten la misma pasión por el mar.

--Si, Francisco está orgulloso de que Fran sea tan bueno en todos los deportes y le enseñó a no tener miedo de nada.

--¡¡ya vaya que lo logró¡

--El submarinismo es un deporte demasiado arriesgado. Nunca debería haber permitido que le enseñara. Francisco sabe cómo lograr arrastrar a todos a que se haga lo que él quiere pero sentía que si estaba yo no iba a pasar nada. 

--Francisco adora a su hijo. No va a permitir que le pase nada malo.

--Si pero. ¿¿con un brazo roto? Francisco es bien capaz de eso y más.

Susana comparte la preocupación de su hija. Ana está muy angustiada. 

--Siento que a mi hijo que a mi hijo le va a pasar algo muy malo.

--¡¡no llames a la mala suerte, hijita.¡

Ana abraza a su madre sollozando. La mujer trata de calmarla.


Mientras, Francisco y Fran han salido a navegar. El niño está muy contento de estar a solas con su padre.  Es el pequeño quien lleva el timón, su padre lo ayuda con la mano que tiene sana. Francisco se cubre con una bolsa la escayola. Se preparan para hacer submarinismo.

--¿seguro que se puede hacer con un brazo?

Francisco sonríe a su hijo. Le remueve el pelo con la mano:

--sabes que si, campeón, en esto soy el mejor.

Francisco coloca los aparatos a su hijo.

--mama no es nada deportista. si estuviera aquí no me dejaría --se queja el niño.

Francisco lo mira con cariño. Mientras se sumergen Ana tiene un mal pálpito:

--están en peligro.lo se.

Susana le saca importancia a esos pálpitos de madre:

--Yo he tenido 3 hijas y nunca he tenido pálpitos. Eso es algo psicológico. Despreocúpate.

Ana no se queda nada tranquila.

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