Capítulo 6

Ignacio cae derrotado a la cama con cara de satisfacción y resoplando. Esta derrotado del placer. Gustavo sonríe satisfecho.

Hera abraza el pecho desnudo de Víctor. Lo besa en el pecho.

--ha sido mi mejor vez. Nunca había gozado tanto.

Él se llena de orgullo. Mientras le acaricia la cabeza le dice:

--No es que sea antiguo ni machista pero. me da curiosidad. ¿con cuántos has estado antes que conmigo?

--¿y tú?

--con muchas --dice el pícaro-- pero si no me quieres contar no pasa nada. Es simple curiosidad.

--Sólo con dos.

--¿sólo? No te creo.

--¿es que piensas que soy una perdida?

Si lo piensa pero no se lo dice:

--No, no es eso. solo que pensé que eran más.

--Llevaba con él desde los 13 años.

Eso le gusta más a él. Le gusta sentir que esta con una cualquiera.

--¿¿a los 13? ¡¡Cuenta.¡ ¡cuenta¡

A él le excita que las chicas le cuenten lo que hacen y más si es morboso.

--No, no quiero que pienses que soy una zorra.

--no, no pensaría eso. ¿qué paso? –dice con  cara de depravado.

--era mi profesor. Casado. con hijos.

--bueno no pasa nada. porque acabó.

--Me encontró en la cama con su hijo de 17 años.

Víctor se tiene que callar un ¡¡pedazo de ramera¡ Se hace un silencio. Ella lo rompe.

--Te molesta? ¿Crees que soy una basura?

--No. No. A mi tu pasado no me importa ¿¿cómo acabaste en la cama con el hijo de tu novio?

--Me sedujo. se me fue la cabeza.

--¿como ahora?

--No. Él llevaba tiempo tratando de que cayera. 

--y caíste.

Hera está apoyada en el pecho de él y no ve la cara de depravado de él. La joven está convencida que está comenzado algo entre ambos. Víctor solo piensa en divertirse.

Ángela ha viajado hasta un pequeño pueblo a unos cuantos kilómetros de la gran ciudad.

--no te esperaba. --dice una señora mayor que la recibe.

--Ya se durmió mi hija.

--Si, la niña Victoria esta ya dormida.

Ángela entra en su cuarto. Llora viendo a la niña. La anciana la abraza.

--¿es otra vez el padre de la niña?

--No. No es eso. --dice Ángela secándose las lagrimas.

--te conozco desde hace 6 años. desde que viniste para ocultar tu embarazo y dejaste a tu hija a mi cargo.

--Ya sabes que no puedo saber quien de los dos es el padre.

--Esos gemelos son de lo peor. Aprovecharse de que son iguales para acostarse contigo sin que lo supieras.

--Y lo peor es que no puedo estar segura de quien de los dos me enamoré.

La anciana la trata con mucha ternura. Con la ternura de una madre. Ángela llora en sus brazos.

(Hera es feliz en brazos de Víctor)

Hera está feliz en brazos de Víctor.

--quisiera que esta noche no acaba nunca.

--yo también --dice él.

Ella cree que siente lo mismo. El en realidad lo que quiere es disfrutar más de la joven antes que se descubra que son primos. Se le ocurre algo.

--¿¿¡y porque tiene que acabar? ¡¡Vayámonos de viaje¡¡ ¡Agarro el auto y nos vamos hasta el lunes donde el destino nos lleve.¡

Hera cree que Víctor se está dejando llevar por el amor. No por el sexo.

--¡¡¿¿te has vuelto loco??¡ ¡No puedo irme así como así¡ ¡¡tengo que avisar¡

--¿a quién? ¿No vives en un hotel? ¿No es que acabas de llegar?

Ella tiene claro que lo de irse con un desconocido es una locura pero no se puede resistir a la mirada seductora de él. 

--si.

Ella lo mira feliz mientras él se levanta totalmente desnudo. Ella se distrae viendo el escultural cuerpo de él. A Víctor le encanta sentirse tan deseado. 

--ya sé que estoy bueno pero no quiero que se nos haga más de noche. Salgamos ya.

--¿y la prisa?

Víctor no quiere que nadie los descubra y le chafe el plan. No contesta. La saca de la cama.

--¡¡no. No.¡ ¡¡Que estoy desnuda.¡

El la deja en el piso, queda de pie. La abraza.

--tu cuerpo ya no es un secreto para mi.  Te conozco como tú a mí.

--Eres un loco divino. --dice suspirando.

--es parte de mi encanto --dice el seductor.

Ella lo mira fascinada y lo besa.

(Ángela oculta que tiene una hija pero no sabe de cual de los gemelos)

La señora María le ha preparado una infusión a Ángela. Hablan las dos juntos en el sofá mientras la pequeña Victoria duerme.

--tu hija te necesita. No entiendo porque no vives con ella. Ya eres toda una mujer y tienes un buen trabajo. En vez de mantener a tu hija aquí conmigo la puedes llevar a vivir contigo. ¿es que no le piensas contar a tu familia que tienes una hija?

--No. No puedo.

--Victoria es un amor de niña. No deberías avergonzarte de ella.

--¡¡No, no es de ella de quien siento vergüenza sino de mi misma sobre todo por lo que paso.¡ Me muero si la gente sabe que me acosté con los dos gemelos.¡

--¡no fue tu culpa¡

--¡¡debí darme cuenta que jugaban conmigo. que se turnaban para hacerme el amor.¡ ¿¿cómo iba a decirles que esperaba un hijo? ¡¡Se habrían reído de mi¡¡

La conversación es interrumpida por la pequeña Victoria que no esperaba a su madre. Madre e hija se abrazan emocionadas. El estar separada de su hija es un motivo más para que odie a esos gemelos.

(Jorge quiere hacer el amor con Paula pero ella lo rechaza)

Al día siguiente, Jorge y Paula han quedado para desayunar.  Él le acaricia dulcemente la mano.

--yo te amo pero tengo mis necesidades. Antes tenía una vida sexual muy activa pero desde que estoy contigo te soy fiel ¡¡y ya me desespero¡

La quiere con ternura pero tiene las necesidades sexuales que echa de menos.

--no me gustaría equivocarme. No quiero que mi primera vez sea un error. No quiero apresurarme. quiero que todo sea perfecto.

--¡ya hace 3 meses que salimos juntos¡ ¿es que no confías en mi? --le dice tierno.

--¿Sabes que Alba se acostó anoche con tu hermano. Ahora esta arrepentida. No quiero que me pase lo mismo a mí. No quiero quedar decepcionada.

--Pero yo no soy un crio. Yo no te voy a defraudar --suplica el desesperado.

Paula lo acaricia tiernamente:

--me gustas y estoy muy bien a tu lado pero no siento deseos de hacerlo. No me ha llegado el momento. 

Jorge lo acepta resignado.

Hera y Víctor salen del hotel. Este la regaña ya que no se dejo convencer para salir de noche. Justo en la puerta los encuentra Carmen.

--hija, ya veo que conoces a tu primo.

Víctor mira a Hera con cara de malo. Hera está molesta:

--primo?

Sin dudar lo abofetea.