viernes, 4 de diciembre de 2020

Capítulo 7

 



(Joaquín está muy enamorado de Gustavo pero aunque son amantes, no es correspondido)








Gustavo está desnudo en la cama. A su lado hay un chico. Los dos acaban de hacer el amor.

--¿porqué no me llevaste al cumpleaños?

--¿¿estás loco, Joaquín? ¿¿Que querías bailar conmigo como un par de locas para que todos se rían de nosotros??

--A mi no me da vergüenza nuestro amor. Lo quiero gritar a los cuatro vientos, quiero que tu familia sepa que nos queremos. que estemos juntos.

Gustavo se muestra muy violento:

--¡¡Ni se te ocurra, tú y yo no somos nada. No somos pareja. No existe ningún compromiso entre nosotros¡¡

Gustavo está molesto. Joaquín no se da por vencido:

--pero porqué? Tú has sido y serás mi único hombre.

Gustavo se levanta enfadado. 

--¡¡estas mal pero que muy mal¡ ¡¡con estas ideas será mejor que no nos volvamos a ver¡

Joaquín lo abraza con desesperación. Los dos están desnudos.

--¡¡no. No me dejes¡ --le suplica.

Gustavo no le contesta nada ya que llaman al timbre. Es Ignacio. 

--espera fuera. ahora vengo.

Gustavo se viste a toda prisa:

--ahora me voy. te vas cuando yo salga.

Joaquín agarra su ropa:

--No. Vengo contigo.

--¡¡te quedas¡

Gustavo es muy duro y a Joaquín le da pena. Trata de convencerlo que lo lleve pero Gustavo le deja claro que:

--si cuando regrese no te has ido no nos volvemos a ver.

Joaquín deja ir a Gustavo. Le da rabia ver desde la ventana como se abraza a Ignacio. Gustavo es cariñoso con su primo cosa que no es con él. 

--No pasamos un rato a tu casa.?

Ignacio siente algo de vergüenza y no se atreve a decirle que quiere volver a acostarse con él. Gustavo lo que más quiere es alejarse de Joaquín y no piensa en nada más.

--no. Quiero que demos una vuelta juntos.

Ignacio está feliz con Gustavo aunque algo desconcertado por lo que paso el día antes. No sabe si se supone que ha cambiado algo entre ellos.



(Tanto Ignacio como Eugenio quieren volver a tener sexo pero el primero no se anima a proponérselo a Gustavo y Eugenio es rechazado por Alba que se siente culpable)





Eugenio llega a casa de su novia muy contento y con ganas de que se repita lo del día anterior. Ni se ha dado cuenta de que Alba está mal. Antes de llamar revisa que no haya perdido los preservativos. Toca a la casa pero la madre de la joven le dice que no está y que no sabe cuando vuelve. Eugenio se queda con las ganas. Desde la ventana Alba lo ve irse triste pero siente que es lo mejor.


A la hora de la comida, Paula camina por la playa. No hay nadie. Le gusta la tranquilidad, esa paz que solo rompen las olas del mar. Se sorprende al ver un bañista.

--¿en pleno invierno?

Del agua como una aparición sale un guapísimo brasileño, que deja a la  chica totalmente deslumbrada. Al guapo bañista no se le escapa el hecho que Paula lo está devorando con los ojos. Con su acento brasileño y una mirada seductora le pide que la acompañe. Tentada dice que no. Entonces sale el del todo. La chica se había quedado fascinada por su pecho pero ahora lo ve caminar, lo ve en un pequeñísimo bañador que deja poco a la imaginación. Esta muy impactada. La respiración de los dos es entrecortada. La chica solo tiene tiempo de saber que se llama Reynaldo y es de Brasil antes de quedar atrapada en sus brazos.

--es mi primera vez --dice ella antes de fundirse en el chico que responde con una sonrisa.

Paula gime mientras que el brasileño se clava en ella. La joven ha perdido el mundo de vista, solo son ella y el. Se siente feliz.


Jorge esta triste en la terraza de un bar. Una chica lo está desnudando con la mirada, quiere con él. Jorge está a punto de caer pero se siente muy enamorado.

--tengo novia dice.

El acoplamiento entre Reynaldo y Paula es perfecto. Los dos son ahora un solo cuerpo librado cien por cien al placer.









(Aunque él no lo sabe, Jorge, fruto de una fugaz relación, se convierte en papá)


En otra parte del país una joven de aun no cumplidos los 20, Hortensia, esta de camina a la sala de partos.  Esta tomada de la mano de su amiga a la que suplica que no la deje sola. Entra con ella. Mientras va gritando y empujando Hortensia tiene tiempo de viajar al pasado justo en el momento en el que conoció al padre de su hijo: Jorge Mendoza-Itriago. Eran vacaciones cuando se encontró a un guapo chico al que el auto lo había dejado tirado en la carretera cercana a la casa de ella. La chica le ofreció su ayuda. Él le pidió por un taller mecánico y ella  le ofreció su casa para una ducha. Vive sola con su amiga. Jorge estaba sucio de grasa. Jorge la miro coqueto. No se lo pensó. Salió de la ducha totalmente desnudo y húmedo, su cuerpo lo cubría una pequeñísima toalla.  La chica, apenada y a la vez excitada, le ofreció ropa del novio de su amiga que a veces se queda en la casa. Él fue el primer amor de la joven. El único. Jorge se quedo toda la semana en casa de la chica haciendo el amor a todas horas. A ella se le partió el corazón marchar. Muchas promesas le dejo Jorge, le aseguro que volvería. Le regalo un reloj que dijo era de su padre como prueba de su palabra. Nunca más volvió. Ella siguió esperándolo mientras su hijo crecía en su vientre.


Jorge no tiene ni la más mínima idea que va a ser padre. Llora por Paula. Paula grita de placer en brazos del brasileño. Hortensia grita de dolor pariendo al hijo de Jorge. A su lado esta su amiga pero el parto se presenta con complicaciones y el médico la obliga a salir. La chica se ve obligada a dejarla sola a su amiga, se va llena de angustia. La parturienta ha tenido una hemorragia, su vida pende de un hilo. 


Hortensia está en una cama. Muy débil a su lado su hijo al que no ha podido agarrar. Su amiga a su lado.

--¿qué será de él cuando yo falte, Rosana?

--No digas eso. No te va a pasar nada. A tu hijo lo vas a cuidar tú.

Pero la ve tan débil que no puede estar segura. La joven madre se siente morir y así se lo hace saber a su amiga:

--Yo me muero y mi hijo se queda solo. Si hubiera sabido su apellido, su dirección, su ciudad. pero sólo sé que se llama Jorge.

Cada vez más débil solo va pensando en su hijo, en que será de él cuando ella falte. Rosana va diciendo que se calme mientras ve como a su amiga la vida se le escapa de las manos hasta que acaba perdiendo el conocimiento. Rosana se niega a que su amiga muera. Llama angustia al médico mientras que le suplica entre lágrimas a su amiga que luche, que no se deje vencer. El médico de Hortensia habla con Rosana familiarmente. Le dice que la joven está agonizando, que morirá en las próximas horas. Rosana llora rota de dolor. El doctor la trata de consolar. Esta conmovido y le ofrece su apoyo. Ella lo abraza. Se refugia en él.   

(Colaboración especial: Como el brasileño Reynaldo: Reynaldo Gianecchini) 










Al atardecer Paula despierta sola en la playa.

--¿¿Reynaldo? 

No hay ni rastro de él. Piensa que tal vez ha sido un sueño pero su ropa desarreglada y una mancha de sangre en la roba le dicen que no, que ha sido de verdad. Algo ha caído en la arena, es una cadena que pertenecía al joven. Se la pone y camina para buscarlo. Esta segura que no anda muy lejos. Finalmente se tiene que resignar. Regresa a su casa con una sensación extraña. Su hermana de 16 años la recibe regañona. Molesta.

--no tengo ganas de discutir, Angélica.

Paula quiere ir a su cuarto pero la adolescente no le deja.

--¡¡no voy a permitir que aprovechando que papá está de viaje te revuelques con Jorge¡

Hay celos en las palabras de la chica. Paula le acaba confesando que perdió su virginidad pero que no fue con Jorge.

--¿¿cómo?

Angélica abre los ojos como platos. 

--¡¡cuenta.¡¡¡cuenta.¡

Paula está muy cansada.

--ahora no. Mañana.

Y se encierra en su casa dejando a su hermana ansiosa.


Rosana no se ha separado de su amiga que parece que duerme. Se da cuenta que su respiración se ha parado. El médico no tarda en certificar la muerte. Rosana llora abrazada al cadáver de su amiga. El médico le aconseja que vaya a la funeraria y luego a su casa. Rosana se traga sus lágrimas.

--¿y el bebe?

--Los servicios sociales se harán cargo al no haber familiares.

--¿qué tengo que hacer para adoptarlo?

--Eso háblalo con una asistenta.

--¿y no podría constar que yo soy la madre?

A Rosana le cuesta convencer al doctor pero el hombre ha quedado conmovido por la historia de las dos amigas y acepta cambiar el nombre de la madre para que así conste a Rosana como la que ha tenido ese niño. La joven mira al que es ya su hijo jurando que lo será todo para él.


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