Camilo sale a la pista a buscar un compañero con el que entrenar. Se sorprende al ver llegar a Claudia. Tiene viene que le vaya a hacer un escándalo pero por la cara de ella ya ve que no. La mujer está demasiado emocionada.
--que sorpresa. --dice el saludándola con un beso en la mejilla-- no espera verte.
Claudia tiene el rostro enamorado:
--Es la primera vez que vengo. De hecho desde que murió mi esposo nunca salía de casa.
Camilo se muestra seductor, sonriente. Claudia está fascinada.
--sí, tu hija me lo contó. Por eso me hizo venir a tu casa. ¿y que te ha hecho cambiar de idea?
Claudia le acaricia la mano, lo mira con amor:
--mi hija está molesta contigo. No quiere verte y me ha exigido que no vuelvas por la casa. ¿¿que ha ocurrido entre vosotros?
Claudia tiene miedo de la respuesta pero ahora necesita saberlo. Camilo va hacia la pista. Ahí se siente seguro. No la mira a los ojos para no ver reproche si lo hay. Ella se queda detrás de él muy amorosa:
--Ella se hizo ilusiones conmigo pero yo jamás le di pie. No me gustan las niñas. prefiero las mujeres.
Se gira y la mira con deseo:
--como tu.
Ella sonríe feliz:
--son cosas de adolescentes. No te preocupes. se le pasará.
--pero no me has contestado. ¿¿que haces aquí?
Claudia sonríe como una adolescente:
--me acabo de inscribir al club y a tus clases. ¡soy tu nueva alumna¡
Camilo sonríe incrédulo:
--creí que las clases te aburrían que las aceptaste para complacer a su hija.
Claudia se ruboriza y dice:
--te confieso que lo que me interesa es estar a tu lado.
Camilo la mira sonriente. Le gusta que se le declare pero le toma de sorpresa que se le lance al cuello y lo bese. Lo besa apasionado. Es un beso que no esperaba pero al que responde con la misma pasión.
Hilaria esta tumbada en su cama. No tiene ganas de vivir. Sin ánimos agarra su celular al darse cuenta que tiene un mensaje. Su rostro se le ilumina al ver que es Camilo. Mientras en su casita Víctor se está afeitando con sonrisa de travieso.
Jorge y Paula entran en la funeraria para velar al padre de ella. Juntos. Abrazados. Como pareja. Angélica detrás. Sola. Ignorada. Jorge se comporta como el marido de Paula. En la funeraria todos lo tratan de esa manera. Angélica no puede evitar que a su dolor por la muerte de su padre se le una el dolor de ver como Paula se aprovecha del hombre que ella ama.
Camilo y Claudia han disfrutado de ese beso. Claudia está feliz. Lo abraza entusiasmada.
--¡¡mi amor.¡
Camilo se la aparta. Se muestra brusco.
--Yo creo que tú buscas algo diferente a lo que yo te puedo dar.
Claudia se siente decepcionada:
--¡¡sientes cosas por mi.¡¡ ¡¡lo sentí en el beso que me distes.¡
Camilo habla nervioso:
--yo me siento muy atraído hacia ti pero yo siento que lo que tu quieres es un marido. Prefiero que en público no hagas este tipo de demostraciones para evitar malentendido.
A Claudia los ojos se le llenan de lágrimas. Camilo se lleva las manos a la cabeza.
--¿¿porque todo me tiene que pasar a mi? --murmura.
Pero la verdad es que el dolor de Claudia lo lastima de una manera que ni el mismo se entiende.
Muy nerviosa Hilaria entra en el complejo de los Mendoza-Itriago.
--Me espera Camilo --dice a un guardia que la parra.
Hilaria entra a la casa de Víctor, la puerta está abierta.
--Camilo. ¿porque todo esta tan oscuro?
Víctor se acerca a ella:
--te esperaba.
El la besa. Ella convencida que está con Camilo se deja llevar. Le acaricia el rostro como si instintivamente quisiera asegurarse que es su amado. Al sentirlo tan afeitado pues no sospecha nada. La joven está demasiado ansiosa como para hacerse de rogar.
--Te amo. te amo Camilo.
El la calla con sus besos. Ella esperaba que fuera más romántico pero lo desea demasiado y se deja hacer el amor. Hilaria se abraza al pecho desnudo de él:
--te amo tanto Camilo. Ha sido la mejor experiencia de mi vida.
Víctor enciende la luz para buscar un cigarro. Con cinismo le dice:
--si, para ser tu primera vez te has portado como una profesional.
Hilaria lo mira sorprendida. Ese tono brusco, frívolo no es el de Camilo. Además le extraña que fume.
--No pensé que fumaras. creí que los deportistas lleváis vida sana.
Víctor la mira con cara de depravado.
--Si los deportista si pero yo no. El tenista es mi hermano. No yo.
Víctor la mira divertido y retorciéndose de placer. A ella se le hiela la sangre.
--¿¿que?
A oscuras no lo ha notado. Su mirada agresiva, su tono burlón. No es Camilo. Lo sabe bien. Víctor se ríe de ella y con sarcasmo le dice:
--¿a poco creíste que yo era Camilo? Me dejo su celular para ponerte un mensaje. pero yo pensé que te darías cuenta al verme.
Hilaria sale de la cama envuelta en la sabana y llena de vergüenza. Siente como si la hubieran violada. Víctor le magrea el trasero:
--no te vayas --le dice babeando.
Hilaria se aparta de él y busca su ropa llorando.
--¡¡lo que me has hecho no tiene nombre.¡
Víctor fuma tranquilo. Desnudo en la cama. Con ironía le dice:
--no soporto a las hipócritas como tu que de cara a la gente se muestran como santas pero que es revuelcan con el primero que les dice algo.
--¡¡has abusado de mi¡ --le dice llorando.
Víctor no se mueve de la cama. Se ríe de ella:
--Tú me has regalado tu virginidad porque se te ha pegado la gana.
Hilaria esta deshecha. No puede creer que haya vivido su primera vez con ese hombre que detesta.
--¡¡eres una basura¡ --llora ella.
--Pues esta basura te ha hecho gemir como una ramera.
Hilaria tiene el alma en los pies. Víctor apaga el cigarro. Se levanta totalmente desnudo. La agarra del brazo y la lleva hacia la puerta con violencia:
--¡¡ya me canse de tus llantos, tu eres una pequeña putita y esto te pasa por regalada.¡¡
Víctor sale desnudo a la puerta y tira a la joven que cae sobre la hierba llorando. Víctor disfruta humillándola:
--¡¡Camilo no te da ni la hora. Si él quisiera ya se te habría tirado.¡ ¡¡no le gustan las niñas y ahora menos que eres una perdida..¡
--Camilo estaba de acuerdo con esto? --pregunta llorosa.
Él no quiere meter en líos a su hermano:
--No. el solo me dejo su celular.
Eso alivia a la joven. No quiere sentir que Camilo la quiso humillar. Ni que Camilo se pueda enterar de esto.
--No se lo digas --le ruega.
Víctor la mira con cara de depravado. No le dice nada. Cierra la puerta riendo y se tumba en el sofá a tomar una cerveza satisfecho.
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