Capítulo 89

 

Víctor esta frente a frente a su hija. Se miran con curiosidad.

--Así que te llamas Victoria. como yo.

La niña lo mira sorprendida:

--¿te llamas Victoria? Tienes nombre de niña. --dice divertida.

Los gemelos se sonríen.

--No. me refiero a que me llamo Víctor.

Víctor siente orgullo de que la niña se llame como él. Camilo lo abraza por los hombros. Le susurra:

--si la quieres reconocer, yo no me voy a oponer.

Víctor besa a su hermano con mucho cariño:

--la niña no puede tener mejor padre.

Camilo se ha sacado un peso de encima. Le daba miedo que Víctor quisiera ejercer sus derechos. A Victoria no le gusta la mirada de Víctor. Se para frente a Víctor y le dice sacándole la lengua:

--me gusta más él.

--¡¡pero si somos iguales.¡ --se queja Víctor.

Camilo acaricia a la pequeña regañón:

--Víctor es tu papa. No me gusta que lo trates feo.

La niña ya lo tiene claro. Quiere que su papá sea Camilo. Victoria le pisa el pie a su papa. Víctor tiene ganas de ahorcar a su hija pero se frustra. Camilo va a regañar a la niña pero por su hermano Víctor fuerza una sonrisa y le dice:

--si la niña quiere que seas tú su papá pues yo soy tío. Son cosas de niños.

Victoria se aferra a la pierna que desea.

--Mi papa es él. Se va a casar con mi mamá.

Víctor mira a su hermano sorprendido:

--¿¿qué?

Victoria siente que ese hombre es un peligro a su felicidad. Camilo es muy cariñoso con ella:

--princesa vete a tu cuarto que yo me quedo hablando con mi hermano.

Ella lo abraza. Él se agacha. Ella lo besa:

--te quiero mucho, papá.

Víctor mira a su hermano con cariño:

--Que gusto verte contento. De verdad.

Camilo siente algo de culpa:

--No quiero quitarte a tu hija.

Víctor lo mira feliz. Lo acaricia con cariño:

--Yo te hubiera dado todo mi esperma para que pudieras tener un hijo de tu sangre si eso te hacia feliz. No quiero otra cosa que tu felicidad. Tu felicidad es la mía.

A Camilo le emocionan las palabras de su hermano que siempre se ha mostrado tan frívolo. 

--¿hablas en serio?

Víctor lo abraza emocionado:

--nunca hablé más en serio.

--Me duele quitarte a tu hija.

--que tú puedas cumplir tu sueño de ser padre es mi mayor felicidad y si yo te la doy.

Los gemelos se abrazan con afecto. Después de verlo tan destruido, Víctor es feliz al ver que su hermano ha vuelto a la vida gracias a la pequeña.

--Bendita sea esa niña si te ha hecho cambiar.

--Victoria es lo mejor que me ha pasado.

Víctor acaricia a su hermano fraternalmente:

--Me alegro pero ¿y el amor sexual? Eso es Claudia. Lo que te propuse de tener un hijo con el esperma de otro no está nada mal siempre y cuando sea mi esperma. Te juro que no me importa. Obvio sin tocarla no pienso en eso.

Camilo ya se siente padre:

--Con Victoria no necesito nada más. En serio.

--pero cuenta conmigo para lo que quieras. Si te hiciera falta parte de mi vida, también te la doy. Todo lo comparto contigo.

Camilo mira a su hermano lloroso. Víctor es más prudente pero también está emocionado. Los gemelo, se besan. Se abrazan.

--pero casarte con Ángela…

--Es que ahora que tengo a Victoria. Tengo miedo que se la lleve.

--Una boda no atrapa a una mujer.

--Ángela se enamoro de los dos. ¿por qué no pueda ser feliz con ella?

--¿y Claudia?

Aunque le duele pensar en la mujer, ahora Victoria es su prioridad.

--Yo seré feliz.

--Más te vale. --le dice Víctor-- yo no puedo ser feliz si tú no lo eres.

Los hermanos salen al exterior abrazándose.

--¿y qué hay de ti? ¿no tienes ganas de sentar cabeza? ¿En serio eres feliz yendo de cama en cama?

--Es que me encantan las mujeres. Tú lo sabes.

--Si pero últimamente estas solo con Hera. Parece que tienes una relación especial con ella.

Para cambiar de tema y mientras se acercan a la casita de Víctor este le dice a Camilo:

--te acuerdas de niño, yo me quería casar a la vez que tu. ¡qué tonto..¡ Ahora tú te me adelantas.

--si que te pasó? --pregunta con ironía.

Víctor se nota triste. Nunca pensó que le afectara tanto que su hermano se casara. Su sueño de casarse los dos juntos había quedado escondido.

--estas bajando la guardia.?

--no. --dice como si fuera algo malo.

Camilo es muy cariñoso con su hermano:

--el amor no es una malo. Si te gusta una mujer… Tal vez Hera anímate.  Me duele que renuncies a tu hijo.

--tómalo como un regalo especial.. 

--bueno. Tu puedes tener más hijos.

--Tal vez mas adelante.

No lo dice pero la verdad es que a Víctor le apetece mucho ser papa ya. No siente que Victoria sea suya. Siente que esa niña nació para dar alegría a su hermano pero sí quisiera tener un hijo que le perteneciera a él.

--¿estas seguro que no te molesta que me quede con tu hija.? Hasta que no me case y le dé mi apellido yo…

Víctor no lo deja seguir. Le pone los dedos en los labios y le dice:

--No vuelvas con eso. Ya te dije. soy feliz de que seas padre gracias a mi esperma ¡¡nada me hace más feliz¡ ¡¡siempre lo hemos podido compartir todo y qué bueno que también compartimos la paternidad.¡

Los gemelos se abrazan entre lágrimas.

--lastima que no estés enamorado. Me encantaria que nuestra boda fuera el mismo día.

Víctor sonríe. No lo dice. En realidad a él también. Se vuelven a abrazar y cada uno se va a su casita. Por primera vez a Víctor le pesa la soledad. Le duele llegar a su casa y no encontrar a nadie.

--No lo hagas. No lo hagas –se dice.

Nunca lo había hecho pero no quiere estar solo. Decidido toma su celular. Hera recibe la llamada sorprendida.

--Necesito verte --le suplica él.

A Hera le toma de sorpresa pero no se lo hace repetir.

Francisco está desnudo en su cuarto. Se va a meter en la cama. Anda en boxers. Se los va a bajar. Rosa entra sin llamar y sufre un fuerte impacto.

--¡¡que maravilla.¡

Rosa mira al hombre con deseo.

--¡¡esto si es un regalo para mis ojos.¡

Le mira ese bulto que se le ve. La enloquece. Francisco se tapa con una almohada:

--¿¿porque tocas sin llamar? ¡¡estaba por desnudarme¡

Excitada pero frustrada dice:

--si. Lástima que no llego 30 segundos después.

Le entrega un sobre que dejaron para él. Se va sofocada. Sólo tiene su nombre. Sin dirección. Ni remite. Escrito en computadora. Su rostro se desencajada al leer lo que le han escrito: ¿sabes que cuando tu mujer te dejó lleva una hija tuya en sus entrañas?