Jorge sale del apartamento de las chicas muy satisfecho pero preocupado por su hermano. Se tranquiliza al ver que Eugenio lo está esperando sentado en el portal con cara de animal herido. El hombre se siente al lado de su joven hermano. Lo abraza afectuosamente intentando animarlo.
-¿¿qué paso no has disfrutado el polvo?
Eugenio siente vergüenza:
--después de estar conmigo la chica ha necesitado estar contigo y tí si la has dejado satisfecha.
Jorge mira a su hermano con ternura.
--Ese no es tu asunto. Lo importante es que te lo pases bien tú. ¿¿que más te da lo que piense una chica que ni conoces y no volveremos a ver?
--Pero es que yo he acabado en seguida y tú has estado mucho rato.
Jorge pone la mano sobre el muslo de su hermano muy fraternalmente:
--Tengo 12 años de experiencia. Se aprende equivocándose. No te preocupes con la siguiente irás mejor y así se adquiere la experiencia. A ver si te crees que a mí me fue bien en seguida.
Eugenio que siente admiración por su hermano no puede creer que haya estado mal en la primera vez. Se anima escuchando al chico hablando de sus errores.
--Yo tenía 16 años y ella 22 aunque creía que yo era mayor. Yo estaba asustado pero tenía ganas. y ella me quería desvirgar. ¡¡la primera vez en la ducha los dos desnudos. me besó. pero yo me vine con todo en ese momento. quedó la bañera toda sucia.
Eugenio se ríe:
--¡¡que papelón¡
--pero me volvió a llamar. No fuimos a la ducha. No nos quitamos la ropa porque no quería que yo me excitara mucho. pero a la primera caricia. que me vengo de nuevo. ¡¡me quería matar.¡ ¡¡Creí que ya nunca más la vería.¡
--¿y a la tercera fui la vencida?
--No. A la quinta. las dos siguientes veces paso lo mismo. Me costaba mucho no venirme cuando me tocaba. Se nota que le gustaba mucho a esa chica porque tuvo una paciencia. Al final lo hicimos y tardé 2 segundos. Eso no me lo perdonó. Ya no me volvió a llamar pero yo estaba feliz. ¡¡ya no era virgen.¡
--¿¿y cuando comenzaste a aprender?
--Estuve con varias chicas y no había manera. ¡¡no aguantaba ni 30 segundos.¡ Creí que no valía pero de repente ya un día tarde un minuto y así poco a poco fui controlando mi cuerpo.¡ ¡¡a ti te pasara lo mismo.¡ No estás en un concurso. No tienes ningún apuro.
Jorge habla con mucho cariño. Eugenio lo mira con admiración. Los dos hermanos se alejan del edificio. Jorge tiene agarrado a su hermano por el cuello. Lo trata eso si con mucho cariño. Ha conseguido animar a su triste hermano.
--Tu cara dice que es evidente que te lo has pasado bien pues ya esta.
Eugenio mira pícaro a su hermano y dice:
--Es lo que más me gusta en la vida.
Jorge le guiña el ojo y le mueve el pelo con cariño. Eugenio se queja.
--¡¡ya no soy un niño para que me hagas esto.¡ --nunca le ha gustado que le acaricien la cabeza así como si aún fuera pequeño.
Su hermano se ha convertido ya en un hombrecito. Jorge lo mira orgulloso:
--¡¡lo que si me enoja es que no te sepas poner el condón¡¡
Jorge le habla con ternura pero regañón. Eugenio lo escucha avergonzado.
--No te lo digo para hacerte sentir mal pero es que es muy importante que te lo pongas bien. ¡¡me da miedo pensar como te lo debías poner con Alba¡ ¡¡seguro que habrá sido igual que hacerlo a pelo¡
Eugenio se pone nervioso. No se atreve a decirle que no se lo puso. Jorge cree que está así por el sermón. Lo acaricia con su amor de hermano:
--tranquilo que yo te enseñaré como te lo tienes que poner.
Eugenio se pone muy contento.
--eso sí --le aclara Jorge-- de esto a mamá nada.
--¡¡obvio¡
Los dos se ríen y siguen caminando y hablando muy animadamente.
*(Gustavo está dispuesto a enfrentarse a su familia por Ignacio)
Al día siguiente. Ana y Eugenio han citado a sus hijos para comer. No van todos pero el matrimonio quiere estar con la mayoría de sus hijos. Gustavo se acerca a la casa con Ignacio. El chico tiene algo de miedo. Se para en la puerta.
--Si tú no entras yo tampoco.
--Es que son tu familia. A mí no me aceptan. No me gusta sentirme una basura.
Gustavo lo mira con cariño:
--estarás conmigo.
--Ve tú. yo no. Tú eres la única persona que me ha tratado bien. tampoco te quiero traer problemas. Tu familia no me acepta. Me odia. ¿para qué les insisto?
Ignacio se pone triste. Gustavo lo acaricia con cariño:
--delante mío nadie te va a faltar.
--pero es que es una reunión de padres e hijos.
--si lo prefieres nos quedamos los dos solos en mi casa pasándolo bien.
--por mi si pero tus padres.
Gustavo no quiere saber nada más. Agarra del brazo a Ignacio y se van a la casita.
Víctor va a buscar a su hermano al aeropuerto. Los dos se abrazan.
--¡¡tenemos tanto de que hablar.¡
--¡Yo también tengo algo que decir¡ --Víctor.
--¡¡cuenta. cuenta.¡
--Hera me busco. se metió en mi cama.
Camilo no se lo puede creer. No puede creer que Hera haya vuelto con su hermano aún sabiendo que son primos.
--¿¿que la prima se te regalo? ¿¿Y en que quedaron?
--En nada. es una perra. y para que va a buscar fuera lo que puede tener dentro. Llegó, me la tiré y se fue sin mediar palabra.. ¡¡Me encantan las rameras.¡
Los dos hermanos sonríen con cara de depravado:
--¿no la quieres probar? Si me quitó esta barba no habrá quien no reconozca y puede creer que tú eres yo.
--¿¿con la prima? No soy una bestia.
--perdón monseñor. creí que era usted mi hermano gemelo.¿no lo vio? --con ironía.
--payaso.
Los dos se ríen divertidos, chocan sus manos con mucho cariño. Se montan en el auto.
*(Hilaria está enamorada de Camilo, Víctor anima a su gemelo a que se aproveche)
Ya entrando a la ciudad, de pronto una pelota de tenis les entra en el descapotable a los gemelos. De una bonita casa ven salir corriendo a Hilaria con su ropa de tenista. Víctor para el auto:
--¡mira tú amiguita la hambrienta. con un poco de suerte hoy se estrena.¡ ¡¡con nosotros.¡
Víctor sonríe con cara de depravado. Camilo se le ríe con complicidad. Camilo sale del auto y le entrega la pelota. Hilaria lo mira como si fuera una aparición. No puede creer su suerte.
--¡¡qué casualidad.¡
Camilo le sonríe pero regañón le dice:
--¿¿cómo has podido cometer esa torpeza?
Ella se ruboriza. No se da cuenta que se lo dice en broma y en seguida se defiende:
--¡no, sabes que yo soy lo bastante buena. Pero no encuentro un compañero a mi nivel y como hoy no teníamos clase pues me ha tocado jugar con mi madre que no sabe jugar. Sólo contigo me tengo que implicar al cien por cien¡¡
La joven se siente feliz de estar pasando ese rato con su guapo profesor pero no se atreve a mirarlo directamente a los ojos. Camilo habla con su habitual encanto lo que gusta mucho a las féminas que sumado a su extremado atractivo lo hacen irresistible.
--dile a tu madre que gire un poco la empuñadura de la raqueta un cuarto hacia abajo y así le saldrá unos golpes mortíferos.
La chica se lo agradece. Quisiera quedarse más rato con el pero no se anima. Después del beso que le dio le da pena estar con él. Se va corriendo. Aunque no quiere meterse en líos a Camilo se le van los ojos tras la corta falda que luce la chica. Desde el auto Víctor le dice:
--La tienes muerta. se te abrirá de piernas a la que hagas así (chasquea los dedos)
Camilo entra en el auto y Víctor arranca. Mientras lo va animando:
--No seas tonto. No dejes que alguien te robe lo que ella te quiere dar a ti. No la dejes escapar. Disfruta a ese caramelito y no dejes que otro le quite lo que ella está deseando darte a ti.
Con una sonrisa de oreja a oreja Camilo no hace más que mirar atrás pensando en la joven. Víctor le guiña el ojo:
--Ya sé que no quieres líos con adolescentes pero merece la pena.
Camilo está muy excitado. Le da miedo las consecuencias pero la tentación es muy grande.
Por otro lado, Rosana a solas en su casa, mira una foto que su amiga tenia enmarcada en su mesita de noche de ella y Jorge juntos. siente algo extraño al mirar esa foto y saber que ese hombre es el padre del bebe que tanto quiere y al que está esperando con mucho cariño podérselo llevar del hospital. Está recogiendo sus cosas. Ha puesto su departamento en venta y con el dinero que le den se irá a otra ciudad donde nadie la conozca para que así nadie sepa que se ha quedado con el hijo de su amiga muerta.
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