miércoles, 9 de diciembre de 2020

Capítulo 106

  




Rosana está en la casita de Jorge muy angustiada con el bebé. Le da miedo que los hermanos se hayan enemistado. También le da miedo perder a Jorge, a ese bebito. El pequeño Jorgito juega en el piso ante la atenta mirada de su madre. Ella lo besa entre lágrimas:

--si te dejo de ver me muero.

En ese momento Jorge está entrando y lo ha oído todo.

--tranquila. No te voy a quitar a tu hijo.

Rosana se levanta. Ella  y Jorge frente a frente. Sin mentiras. Ella esta vestida de mujer aunque con el pelo muy corto.

--Veo que has encontrado algo que ponerte.

--si, por suerte me quedó algo de ropa.

Se miran con intensidad. Se aman pero no saben qué decirse. Hay un vacio entre ellos.

--Lo que hiciste fue una locura. Me encantaba tu pelo.

--Nada me importa más que tú y nuestro hijo. ¿en serio vas a dejar que se quede conmigo?

El pequeño juego a los pies de su papa. Jorge la mira triste. Le siente más madre que mujer y eso le duele.

--Mis hermanos se casan esta tarde. Ahora no es momento de hablar. He venido a buscar algo de ropa. No sé cuando venga. Cuida de mi hijo.

Él se agacha y besa a su pequeño. Rosana le acaricia la mano:

--¿y qué pasa con nosotros?

Jorge la mira con tristeza:

--no hay ningún nosotros..

Ella se queda abatida. Jorge pone algo de ropa en una bolsa. El traje de la boda lo lleva aparte. De nuevo se despide de su pequeño.

--te lo encargo mucho.

--ya sabes que si.

Rosana lo mira a los ojos. Él queda atrapado en esa mirada. Esos labios la atraen. Siente un impulso que no puede controlar. Se acerca a besarla. Rosana está segura que la va a besar en los labios. Ambos vibran al rozarse sus labios. El aliento del uno acaricia al otro. Se desean. Jorge puede controlarse y la besa al lado del labio. Se estremecen al tocarse pero también quedan algo frustrados. Jorge se va sin mirar atrás. Rosana queda triste. Jorge mira hacia atrás. Era feliz amando a Silvio y quisiera recuperar ese amor pero está demasiado aturdido. 





Esa tarde la Casa Grande de los Mendoza es un ir y venir de gente. Ana y Susana están como locas ultimando todos los detalles. Carmen llega a última hora. Las hermanas y futuras consuegras se abrazan con cariño. Carmen no mira directamente a los ojos a su hermana. Siente culpa. Ana no le hace caso. Cree que está molesta por esta boda. A ella tampoco le gusta que uno de sus hijos se case con su sobrina pero el embarazo hace que todos se callen la boca. Está ya todo listo. La boda es en el jardín que está pegado a la casa. Hay una veintena de sillas blancas decoradas con flores. Una alfombra blanca que lleva a un altar de flores. Ante el altar está la mesa del juez.  En su casita, Víctor y Camilo están los dos en calzoncillos. Sus elegantes trajes (los dos iguales) están sobre la cama. Los gemelos se miran nerviosos. Emocionados.

--quien nos iba a decir que finalmente mi fantasía de niño se iba a hacer realidad. --Víctor.

Camilo lo sonríe. Se abrazan. Camilo besa y abraza a su hermano. En burla pero con cariño le dice:

--quien iba a decir que finalmente el cazador iba a ser cazado.

Víctor le da una patada en el trasero a su hermano. Se sonríen y se abrazan.  Víctor suspira enamorado y dice:

--Hera se metió en mi cama y no solo me va a convertir en papá sino en marido y en un marido feliz.

--Me alegro mucho hermano.

Los gemelos se acarician, se tocan mucho. Se besan. Están muy felices.

--aunque te confieso que me da mucho miedo. Sabes que me encantan las mujeres. --dice Víctor con cara de depravado.

Camilo le da un golpe en la cara muy cariñoso.

-- Hera ha despertado en ti algo que ninguna otra logró. Yo te lo dije. Yo sabía que Hera te acabaría conquistando.

Nueva tanda de besos y abrazos. Víctor se aparta.

--bueno, nos tenemos que dejar de mariconadas porque sino nos tendremos que casar en bolas. 

Cada uno toma un traje. Da igual cual porque son exactos. Mientras se visten Víctor no abandona la sonrisa de su rostro. Camilo a veces tiene una mirada triste. Víctor lo mira con cariño:

--Me hace ilusión pero, seria mas feliz situ novia fuera Claudia –Víctor.

Por un momento Camilo piensa en Claudia. En la primera vez que la vio, en la primera vez que hicieron el amor. En las dificultades. En la convivencia. 

--ella amará a otro --dice con amargura--. será feliz.

--pero tu no. --dice Víctor poniendo su mano en los hombros de su gemelo.

--Victoria me hace feliz.

A Camilo se le ilumina la cara al mencionar a la pequeña. A Víctor le emociona que su hija haga tan feliz a su hermano pero le preocupa:

--ser padre no es lo más importante.

--para mi si. --Camilo esperanzado.

Víctor mira a su hermano fraternamente. Le habla con dulzura:

--y luego.?

Camilo le sonríe:

--necesito que me apoyes.

Los se abrazan.


En la Casa Grande, las novias se están vistiendo juntas. Hera es una mujer feliz. Radiante. Va de blanco, con velo. La ilusión escrita en la mirada. Ángela sin velo. Con un vestido blanco sin ningún adorno. No puede evitar mirar a Hera con amargura. Con envidia. Quisiera estar en su lugar.

--No va a ser feliz. La historia no acaba aquí. Víctor no es un hombre fiel --va pensando Ángela.

Victoria está muy linda vestida de rosa. Feliz.

--¡¡mi mama es la novia más guapa.¡

Ángela fuerza una sonrisa. Ve a Víctor en los ojos de su hija.

--Aunque yo me case. Aunque él se case. Nos encontraremos. El no es hombre de una sola mujer --piensa ella.

Hera está feliz. Carmen al lado de su hija. Emocionada.

--no llores mama.

--Una hija se case por primera vez. ¿por qué ha tenido que ser tu primo?

--porque lo amo. Lo amo y soy feliz.

Madre e hija se abrazan entre lágrimas.


Raúl está en la fiesta. Alguien le da un pellizco en el trasero. Él se gira seductor.

--mi amor. ¡¡Que apasionada¡

Está encantado de ese arranque de pasión por parte de Ana. La sonrisa se le borra del rostro al ver a Andrea.

--¿¿qué haces aquí?

--soy la hermana de la novia.

Eugenio entra en la sala con su hijo Gustavo.  Los dos miran con rabia a Raúl. Los dos ponen mala cara. Gustavo lo mataría.

--¿porque mama lo ha metido en su vida?

Eugenio abraza por los hombros a su hijo:

--olvídalo..

--No puedo olvidar al hombre por culpa del cual soy infeliz.

A Gustavo además le da rabia ver a los padres de Ignacio. Esos padres que no se han preocupado del destino, de la suerte de su hijo. Ana baja las escaleras. Ahí la esperan Raúl y Eugenio. Los dos muy elegantes. Los dos muy enamorados. Gustavo pone su mano en los hombros de su padre adoptivo:

--si aun la ama lucha por ella.

Raúl se da cuenta. Le duele que su hijo no solo lo rechace como padre sino que prefiera que su madre se quede con el otro. Eugenio sonríe enamorado.

--si. No me la va a quitar.

Detrás de Ana aparece Carmen. A Eugenio se le desencaja el rostro. Le cuesta pensar en reconquistar a su esposa con la hermana de ésta al lado cuando se acostaron juntos.





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