Raúl sigue a Ana a su dormitorio. La ve haciendo el amor con el que aún es su marido. Le duele pero se da cuenta que no puede interponerse entre Ana y su hermano. Se va sin decir nada. Se va vencido. Andrea lo espera en el auto. No está dispuesta a dejarlo escapar. Él se deja acompañar. Ella está feliz segura que ahora al fin gana ella.
En la fiesta Gustavo está apartado en un rincón. No participa en nada. Está muy triste pensando en Ignacio. Bebe un poco. Daniela está acabando con todo y su madre se la acaba llevando para que no arruinen la fiesta. Los que tampoco se divierten mucho son Eugenio hijo y Jorge. Rosa está tratando de animar a todos los hermanos que no bailan.
--¡¡estoy que me regalo¡ ¡¿¿quien baila conmigo?¡
Pero ni los hermanos ni los otros le hacen caso. Jorge y Eugenio van hablando.
--Debiste invitar a alguien joven con la que pudieras bailar.
Eugenio le sonríe a su hermano:
--ya que tu no bailas prefiero quedarme contigo.
Los hermanos se abrazan.
--porque no vas a buscar a Rosana, se dejan de tonterías y pasan un bonito día?
Jorge suspira enamorado. Le gustaría pero no la quiere perdonar. No almenos tan pronto. Los hermanos hablan muy cómplices.
--te cae bien ella ¿no?
--no se trata de eso. Sé que es la mujer que amas y estoy seguro que ella te ama igual.
--pues ayúdame a conquistarla. --Jorge divertido.
--dile que la amas y no necesitas más.
--tan fácil no --dice Jorge sonriendo pícaro.
Eugenio lo mira sorprendido:
--¿que planeas?
--es una pequeña travesura. ¿¿conoces a un experto en maquillaje?¿a alguien que me pueda transformar en otra persona?
--No. No la vayas a liar.
Pero Jorge sonríe:
--digamos que ojo por ojo y diente por diente.
Eugenio resopla resignado.
Ana y Eugenio se visten deprisa.
--¿y ahora qué hacemos? --pregunta él.
Ella le sonríe:
--con un poco de suerte yo agarro el ramo de la novia y así de paso le decimos a todos que estamos juntos de nuevo.
Eugenio sonríe feliz:
--¿esto es una reconciliación en serio?
Ana sonríe coqueta:
--tu que crees? ¿o es que no quieres?
--¡¡si. si.¡
Ana y Eugenio se besan apasionadamente. Se visten mirándose el uno al otro. Bajan juntos las escaleras. Con miradas de amor, con miradas de felicidad. Se separan al bajar las escaleras.
--Yo voy a buscar a Raúl. Quiero que lo sepa ya.
Eugenio suspira enamorado. Justo cuando Ana se va, Carmen se acercaba en ese momento. Se estremece al encontrarse cara a cara con el hombre que más feliz la ha hecho en la cama. Va a pasar de lado pero la llama. Carmen se emociona como una adolescente pensando que tal vez quiera volver a estar con ella en la cama. Se va repitiendo que no debe hacerlo pero si él se lo propusiera su respuesta seria ¡¡¡siiiiiiiiiiii¡¡ Él se siente algo incomodo ante ella pero necesitan aclarar las cosas.
--se que no debo pedirte esto, que esta mal.
Él habla nervioso. Ella lo devora con los ojos. Cada vez esta más convencida que quiere sexo.
--Me he reconciliado con Ana.
Carmen se siente decepcionada.
--ah, me alegro.
Se nota que le duele. Eso le preocupa a él.
--Yo no te quería lastimar. Me acababa de enterar que Ana me había engañado con mi hermano y yo quise hacer lo mismo..
--Sé que sólo te acostaste conmigo por eso, ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en la vida, me alegro que Ana no te haya dejado escapar.
Ana había vuelto atrás porque no quería dejar solo a Eugenio ni un segundo y lo ha oído todo.
--¿¿como dicen?
Tanto a Eugenio como a Carmen se les hiela la sangre. Los dos se quieren explicar cuando en realidad nada hay que explicar. Ana se ha roto por dentro pero se mantiene entera.
--No. no hay nada que decir. Mi hermana y mi marido han muerto hoy.
Carmen llora:
--¡¡solo fue una vez, no volverá a pasar¡
--¡¡eres una ramera.¡ --dice Ana con desprecio.
--¡¡Carmen no tuvo la culpa de nada. Fui yo. Tú te acostaste con mi hermano y yo te lo perdoné ¡
Ana lo abofetea:
--espero que no me obligues a hacer un escándalo en la boda de nuestros hijos y si no quieres que te acuse de adulterio con mi propia hermana vete. Vete a un hotel. Vete con ella.
Carmen esta desolada. Ana sube las escaleras corriendo. Eugenio la llama.
--Ana espera. Ana.
La quiere seguir pero Carmen lo agarra del brazo:
--No la molestes. sólo la pondrías nerviosa.
Eugenio mira a su cuñada con odio. Se lleva las manos a la cabeza. Sale desesperado. Está como loco. Gustavo se acerca a él.
--papa ¿¿qué pasó? ¡¡creí que todo estaba bien.¡
Eugenio se da golpes con las dos manos:
--¡¡soy un imbécil.¡
--¿que pasó?
--Que la noche que supe que tu madre pues eso, lo de mi hermano. Me acosté con tu tía y ahora tu madre lo ha descubierto.
Gustavo mira a su padre con reproche pero lo abraza amorosamente. Eugenio llora amargamente.
--la perdí, ahora si que la perdí para siempre
Ana está tratando de marcar a Raúl pero este sale de la cama de Andrea. Ella duerme desnuda. Él se viste en silencio. Desconecta el celular. No está dispuesto a seguir siendo el paño de lágrimas de nadie. Agarra sus cosas y se dirige hacia el aeropuerto.
Eugenio y Jorge están durmiendo en la misma cama.
--Somos unos fracasados. Noche de boda y nosotros solos y acabamos así.
Eugenio se le ríe:
--tu porque quieres. Rosana te está esperando.
Jorge hacia unas semanas que no tiene sexo completo y está bastante necesitado. Eugenio le anima:
--ve a por ella. No lo dudes.
Jorge lo mira con cara de depravado.
Cantando y besándose, Víctor y Hera entran en su casita. Él la toma en brazos. Se besan, se dicen mil veces te amo. Se desnudan poco a poco. Se insinúan el uno al otro. Se gastan bromas.
--a ver si ahora que ya no soy tu primo si no tu marido ya no me vas a querer --dice él.
Ella se muestra seria:
--si la verdad es que ahora que ya no es prohibido. Creo que me voy a otro cuarto.
Él se le tira encima:
--mejor lo dejas para dentro de unos cuantos. --dice apasionado-- siglos.
El uno se tira sobre el otro mientras que se ama con una intensa pasión. La entrada de sus vecinos es diferente. Camilo carga a la pequeña Victoria en hombros. La niña se ha quedado dormida. Ángela se para y escucha la felicidad de Víctor y Hera. Siente unos grandes celos hacia Hera. Quisiera entrar entre sus brazos. Se refugia en brazos de Camilo. Él solo piensa en la niña. Primero la acuesta a ella, le lee varios cuentos. Luego va a la cama con su esposa. No busca un momento de amor. Busca un desahogo. Ángela no es feliz en sus brazos pese a que le golpea, se muestra salvaje para ver si Camilo le da lo mismo que Víctor. Él se queda dormido en seguida. Ángela se levanta. Se pone la bata. Sale a la casita. Víctor y Hera se siguen amando. Se oyen sus jadeos. Ángela siente unos grandes celos. Llora angustiada. Mira la puerta enloquecida de los celos.
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