lunes, 7 de diciembre de 2020

Capítulo 59





Emilio es enterrado con toda la pompa que corresponde a alguien de su posición. Políticos poderosos, empresarios. Hasta la televisión ha asistido. En un rincón Camilo, de negro riguroso, está muy triste al lado de su gemelo. Eugenio apoya a sus hijos. Víctor que ha sido testigo del amor de Emilio hacia su gemelo no puede creer que esa historia haya tenido un final. Un final tan triste. Camilo está conmocionado y siente culpa. Víctor lo acaricia con cariño. Ajeno en su mundo de tinieblas, como si no hubiera pasada nada, Francisco está encerrado en su cuerpo bebiendo. Se ha convertido en un despojo. La joven Ana bautiza a su hija en la capilla de la clínica como su madre como madrina. El doctor es el padrino. La joven besa a su bebita con mucha felicidad. Aunque un destello de tristeza queda en su rostro por ese hijo que perdió ahora es una mujer nueva. Feliz, dichosa por esa nueva oportunidad que le ha dado la vida. A Susana le sabe mal pensar en Francisco, en lo feliz que sería de poder conocer a su hija. 

Acabado el sepelio de Emilio, todos se van yendo. Ya han acabado con su papel. Con su misión. Es entonces la hora de Camilo. Se acerca a la montaña de flores tras la cual reposa su amigo. Se hunde. Llora.

--¡no es justo.¡ ¿¿porque me has hecho esto?

Eugenio se queda atrás pero su otro hijo su acude con su hermano. Lo abraza.

--siempre le estaré agradecido a Emilio.  Me da horror pensar que en este momento te podría estar enterrando a ti.

Camilo agarra una rosa de las que está en la tumba y la besa:

--no voy a poder vivir pensando en que un ser inocente murió por mi culpa.

Camilo mira a su hermano con los ojos llorosos. Víctor lo abraza con fuerza.

--Emilio murió para que tú seas feliz. Ahora no puedes ser tan ingrato. Su sacrificio tiene que valer por algo y solo valdrá si tú eres feliz.

Camilo está muy atormentado:

--No sé si pueda.

Víctor se lo exige:

--¡¡tienes que poder.¡

Mira la tumba:

--¡¡se lo debes.¡

Camilo no deja de llorar:

--pero es que le di tampoco. y él me daba más de lo que merecía.

--¡¡él fue muy feliz. estoy seguro que has sido el hombre que más feliz le ha hecho. ¡¡él no te pedía mas..¡ ¡para el sexo pues ya tendría a otros. él quería de ti lo que le has dado.¡

Víctor abraza con fuerza a su hermano:

--¡¡tienes que ser fuerte. por él, por mi. por ti.¡ --insiste.

--Para ti es muy fácil. Nadie ha muerto por estar enamorado de ti. --atormentado.

--No, es verdad y yo le estaré eternamente agradecido a Emilio de que haya decidido que vivieras tú. ¿¿qué es lo que prefieres. estar tú en esta tumba?

Camilo está contento de seguir vivo pero el precio que ha tenido que pagar ha sido demasiado alto. No dice nada en claro, sólo balbucea. Víctor hace que se gire. Mire a la tumba y le dice:

--¡¡Júrame ante la tumba de Emilio que serás feliz¡

Con tristeza y con Emilio en su corazón le dice:

--lo juro.

Eugenio se acerca por detrás y abraza a sus dos hijos. Caminan los tres juntos. Camilo tiene una nueva oportunidad para vivir y quiere aprovecharla. Mira atrás, a esa tumba y sólo tiene una palabra:

--Gracias.


La otra cara de la moneda es Hilaria. Esta hospitalizada. Con ella su madre y el hombre que más la ha querido, Eugenio. Jorge está apoyando a su hermano

--porque no nos vamos a casa.? ¡¡llevas dos días sin salir de aquí.¡ --Jorge.

--¡¡yo no me voy a ningún sitio hasta que ella hable conmigo.¡

Jorge mira a su hermano con pena. Le pone la mano en los hombros. Habla flojo para no ofender a Claudia:

--ella no te quiere. No quiere verte. ¿que sentido tiene que estés aquí?

--¡que me lo diga a la cara.¡ --solloza Eugenio.

--Ya te lo dijo aunque tú no quieres verlo.

Eugenio se tira a los brazos de su hermano.

--¿¿¡porque diablos tuvimos que volver?¡

Jorge acaricia las lágrimas de su hermano. Le duele verlo tan triste. Besa sus lágrimas con un cariño fraternal. Claudia exige a los doctores, a los guardias que custodian a su hija que la dejen verla. Son claros:

--no quiere verla.

Claudia se desespera:

--¡¡mi hija me odia. mi hija me odia.¡

Eugenio mira a la mujer con reproche:

--¿usted no sabía que Camilo era el hombre que amaba su hija?

Claudia agacha la cabeza. Siente culpa, siente que se ha metido entre Camilo y su hija. Eugenio mira a su la mujer con mucha rabia. La culpa de todo lo que ha pasado. Jorge calma a su hermano:

--Hilaria es una adolescente. tiene que entender que Camilo la ama a la madre.

Eugenio se aparta de su hermano. Está furioso:

--¡¡yo solo sé que era feliz con Hilaria en Madrid. que ella también lo era  y se ha tenido que pudrir todo por culpa de.¡

Mira a Claudia con odio. Golpea una maquina de café que tiene al lado. Jorge le pone la mano en los hombros. Eugenio lo abraza llorando.


Rosana, por su lado, está en su casita, velando el sueño de su hijo. Tiene en sus manos una bolsita en la que ha puesto la foto con Hortensia y el reloj. Las pruebas que destruirían su relación.

--tengo que buscar un lugar en el que nadie lo encuentre.

Sabe que es muy peligroso que los tenga guardado pero es el lazo que la une a su amiga y no puede deshacerse de él.

--¿¿y si hablara con Jorge?

Piensa en Madrid, en sus besos, en su amor. En todos los momentos que han vivido.

--¡¡no puedo renunciar a él.¡

Va al dormitorio.

--¡¡ya se.¡

Esconde ese peligroso paquete entre sus cremas, compresas. Productos que Jorge jamás tocaría.

--almenos eso espero.

 




De nuevo con Claudia una asistenta social le informa que su hija va a ser trasladada a un centro para menores a la espera de la sentencia del juez de menores pero ya le dice que pasara encerrara hasta la mayoría de edad. Claudia llora.

--¡¡es mi culpa.¡

Eugenio se enfrenta a la juez:

--¡¡no la pueden encerrar.¡ ¡¡fue un accidente.¡ ¡¡fue un accidente.¡

Jorge trata de sostener a su hermano pese a que este no quiere,

--¡¡no empeores las cosas.¡¡

Eugenio empieza a dar patadas. Esta muy enojado.

--¡¡si fuera tu mujer la que quisieran encerrar pues no dirías lo mismo.¡

Jorge quiere abrazar a Eugenio pero este lo rechaza:

--¡¡no quiero tu lastima.¡

Hilaria no tarda en salir. En silla de ruedas. LLeva collarín porque tiene un esguince cervical. Esta escoltada. Eugenio se asusta en verla en sillas de ruedas pero la joven mueve mucho las piernas. No la dejan levantarse pero sus lesiones no son graves. Podrá recuperarse tranquilamente en el centro. Claudia se acerca  a su hija.  

--Tenemos que hablar.

Hilaria mira a su madre con mucho odio.

--Yo no tengo nada que hablar contigo. Vete con tu marido y que seas muy feliz.

Habla con sarcasmo. Le quiere pegar una última puñalada a su madre:

--¿por cierto no te dijo tu marido que su gemelo se hizo pasar por él para llevarme a la cama? Ah. aunque me acosté con Víctor. el que besa rico es Camilo.

Hilaria logra lo que pretendía. Lastimar a su madre. Claudia no puede creer que eso sea cierto y que Camilo se lo haya ocultado. Eugenio está muy triste. Le duele ver como Hilaria se ha hundido por el amor de un hombre. Quiere acercarse a ella pese a que Jorge le pide que no lo haga. Hilaria siente pena por él. Lamenta haberlo lastimado. No tiene cara para mirarlo a los ojos. Pide que se la lleven. No quiere hablar. Eugenio se quiere lanzar sobre ella pero Jorge lo tiene muy sujeto. Con un grito desesperado que lastima mucho a Jorge por el sufrimiento de su hermano, Eugenio grita:

--¡¡TE AMO¡ ¡¡te esperare toda la vida.¡ ¡¡Te amo. y no me importa nada. ¡¡te amo.¡

Hilaria se estremece. 

--¿puedo decirle algo? –les pregunta Hilaria.

Eugenio la mira lloroso. Hilaria esta apunto de entrar en el ascensor y le dice muy triste:

--ojala no hubiéramos vuelto. Ojala.

Y lo dice sinceramente. Era feliz con él y está segura que si no hubiera visto de nuevo a Camilo, si no hubiera sabido que era la pareja de su madre habría seguido igual. Eugenio llora. Las lágrimas lo enmudecen. Ella le manda un beso muy triste y ya pide que se la lleven. Desaparece en el ascensor. Eugenio se suelta de su hermano y se lanza contra el ascensor. Cae en el piso. Da golpes a la puerta gritando el nombre de su amada. Hilaria lo llega a oír. LLora pero:

--se acabo. ahora el me olvidare. nadie más que él merece ser feliz..

Eugenio se retuerce de dolor. No tiene consuelo. Jorge corre a por él. Lo abraza. El joven llora en brazos de su hermano.






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