Capítulo 43

 

Anita está llena de odio y dolor. Siente rencor  hacia la vida. Hacia Francisco. Hacia ella misma. Se siente también culpable.

--¡¡yo lo sabia. --dice descargando su rabia contra su madre-- yo sabía que esto iba a acabar así. ¡¡debí imponerme. no debí permitir que le enseñara esas cosas a mi hijo. ¿¿por qué no me impuse?¿por qué?

Anita llora en brazos de su madre. La mujer no sabe como consolarla.

-- Ya no tiene caso. pasó y tienes que aceptarla.

Anita mira a su madre, roto. Desangrada de tanto llorar:

--¿¿y cómo se supera la muerte de un hijito?¿cómo?

En la mesita de noche hay una foto de su hijo. La que tenia con Francisco está partida y sólo queda el trozo en el que esta Fran. Anita mira las fotos atormentada:

--si no hubiera encontrado a esa vieja amiga. si no hubiera ido de compras. si no me hubiera casado.

No deja de llorar con rabia:

--yo lo sabia. sabía que esa boda era un error. ¿¿porque no la suspendí? ¡¡ahora mi hijo estaría vivo¡¡

Susana acaricia a su hija muy amorosamente:

--eso no tiene como saberlo. a lo mejor estaba escrito que tenía que ser así y nada de lo que tu hicieras lo hubiera cambiado.

--a lo mejor si.

A Susana le duele ver la amargura de su hija:

--No tiene caso que sigas con esta tortura. Mañana mismo iremos a un especialista. te tienes que poner en tratamiento.

Anita no quiere seguir viviendo. Se ha resignado a ser un zombie, un muerto en vida. Susana quiere sacar a su hija de ese agujero negro en el que se está hundido y le desespera que Anita quiera no solo no salir sino entrar mas y mas.

--A  mi lo único que me hará bien es que Francisco se recupere. que abra los ojos y sea consciente de lo que ha hecho.

Susana está muy preocupada por su hija. No le gusta verla tan llena de odio.

--No lo lastimes. ¿qué piensas decirle cuando se recupere?

--Nada. no quiero verlo en la vida. Sólo quiero saber que sufre. que está muerto en vida como yo. Con eso ya me conformo. ya soy feliz.

Susana abraza a su hija:

 -no es bueno el rencor.

--el me convirtió en eso.

Las interrumpe el sonido del teléfono. Las dos se ponen en tensión pensando que pueden ser noticias.

--¡¡Ana, amiga, ¿¿qué pasó?¡

Anita escucha a su madre hablando con su suegra muy ansiedad. La nota alterada. Le da horror pensar que Francisco haya muerto. Eso le provoca mucha envidia. Anita se levanta aunque casi no se puede ni tender en pie.

--¿¿que paso mama?¿se murió?

--No. Ya despertó. ya está fuera de peligro.

Eso le da fuerzas a Anita para salir a adelante:

--pues ahora empieza su infierno. Ahora sabrá lo que ha hecho.

Saber que su marido va a sufrir como ella es lo único que la aguanta en pie. Va hacia su armario.

--vas a ir a la clínica ¿no?

--Claro que no. ¡¡no quiero verlo¡

--No le han dicho nada. él quiere verte. Todos piensas que eres tú la indicada para hablar con el.

Ana mira a su madre incrédula:

--¿¿yo?

--deberías decirle tu que tu hijo murió. te estan esperando.

--pues que esperen..

--¿es que no te importa lo que le pase a tu marido? --Susana preocupada.

Con dolor y rabia Anita dice:

--mientras sufra como yo . pues no.

Baja su maleta.

--¿¡que estás haciendo?

Empieza a poner algo de ropa.

--¿es que te vas de viaje?¿ahora?

--Me voy donde él nunca pueda encontrarme.

Acaba la maleta poniendo una foto de su hijo. La cierra.

--huyendo no se arreglan las cosas. además ¿¿a dónde vas a ir?

Anita esta como sin vida. Solo tiene expresión de odio.

--No lo se. supongo que saldré del país. en un lugar en donde sepa que Francisco nunca me vaya a encontrar.

Susana la abraza:

--hija. no estás en condiciones de irte sola.

--Estaré mejor que aquí. tranquila sabiendo que no tendré que ver a Francisco. 

--¿y qué le digo a tu marido?

--que me alegro que esté vivo para que sufra.

Susana sabe que tiene que dejar marchar a su hija.

--ponle de vez en cuando flores a mi niño. --ruega Ana con la voz rota.

Casi se derrumba.

--no te vayas --le suplica su madre desesperada.

Anita seca sus lágrimas. Su rostro se torna duro. Muy duro y frio.

--Estaré bien.

Susana acompaña a su hija hasta un taxi. Se abrazan.

--cuando este instalada te aviso pero no le digas a nadie. Ni a mis hermanas.

Se abrazan fuertemente y se despiden. Anita se va llorando. Susana se queda ahí hasta que ya el taxi desaparece. Anita piensa en lo que ha sido su vida desde que conoció a Francisco. Su miedo al ser madre a los 17. La felicidad con su hijo. La primera vez que camino. Lo que lloro por no querer ir a la escuela. La primera herida. Las enfermedades. El amor de madre e hijo. Sus risas, sus chistes. Sus cosas. Su caminar de pingüino el día de la boda. Rompe a llorar con una amargura que ya no la abandonara. Se ha quedado Sola. Vacía. 

 

Es el atardecer en Madrid. Eugenio está en la plaza mayor como siempre buscando a Hilaria. La ve llegar. Los dos se miran. Se estremecen. Ella hace que no lo ve. Hay un puesto de flores. Eugenio compra unas flores y se planta hacia ella. Ella se emociona pero se muestra fría.

--¿¡que quieres?¡

--déjame demostrarte que el amor sin sexo puede ser muy lindo.

A ella le duele que la crea una cualquiera. Se muestra a la defensiva.

--¡¡yo se que lo del otro día fue un teatro. sé que quieres sexo.¡

--¡¡yo no soy así.¡ --se defiende.

--todos los chicos lo son. ¿¿que me dirás que eres virgen? 

Ella lo esta atacando. El sonríe tierno:

--no, no soy virgen. Me comporte como un loco hasta que una mala mujer me hizo creer que tenía Sida y ella me lo había pegado. Fue solo un susto pero aprendí la lección.

Ella esta conmovida por la historia pero piensa que no podrán olvidar el mal momento de la otra vez. La trata con dureza:

--y crees que pueda creer.?

El con su rosa en la mano y su mejor sonrisa trata de que confié en el.

Francisco no entiende su soledad. Porque su madre no está con él. Ana regresa algo palida.

--¿¿que paso mama?¿donde está Ana? ¿y mi hijo?

Ana llora y su hijo lo entiende todo. El cielo se le derrumba.