miércoles, 9 de diciembre de 2020

Capítulo 95

 



Hera despierta a Víctor con el desayuno en la cama y una rosa. Él sonríe contento.

--vaya,  esto sí que es una sorpresa.

--me quedé toda la noche y no te enojaste.

Él la besa:

--te puedes quedar todo el tiempo que quieras.

Él nota un brillo especial en los ojos de ella.

--¿te ocurre algo?

Ella se acerca a el. Pone las manos de su chico en su vientre y le dice:

--Pasa que tuviste buena puntería ¡¡estoy embarazada.¡

Víctor la mira incrédulo:

--¿qué dijiste?

La chica esta eufórica.

--Eso, que me hice uno de esos test en la farmacia.

Víctor se levanta. Su cuerpo completamente desnudo.

--¡pero eso es de fiar?

--100 por 100.

Ella está feliz. Él muy emocionado.

--¡¡pero ¿lo hiciste bien? ¡¡A ver donde está.¡

--En el baño.

Él quiere ver el test con sus propios ojos. Lee las instrucciones. Ella lo espera detrás con una sonrisa emocionada. Él se gira y la mira con el rostro desencajado por la emoción. Hera lo acaricia emocionada:

--¿ya te convenciste que vas a ser papá?

Víctor acaricia el vientre de su prima muy amorosamente:

--mi hijo,  aquí está mi hijo.

Primero se muestra tranquilo. Toca el vientre de la mujer casi con miedo. Luego pasa a la euforia y grita:

--¡¡VOY A SER PAPÁ. VOY A SER PAPÁ.¡

Lleno de alegría abraza con fuerza a la joven y la alza por los aires.





Mientras, Francisco espera en el salón. Ana entra con su bebita en brazos. Se la acerca muy dulce.

--papa. aquí hay alguien que te quiere conocer.

Él la mira entre lagrimas. Le mira, le agarra el pie. Las manitas. Juega con sus dedos.

--hola, soy papá. soy papá.

Después del infierno en el que ha caído ve el cielo en esa hijita. Besa a la pequeña con mucha ternura y llorando le dice:

--Gracias por darme la vida.

Ana está muy emocionada. Hace un esfuerzo por no llorar.

--fuiste tu quien le has dado la vida a ella.

Sin dejar de contemplarla llorando y acariciarla, él dice:

--No, ella me ha devuelto la vida. Le debo vivir. Porque antes de ella no tenía nada.

Ana siente mucha culpa por no haber querido compartir su felicidad con su marido:

--perdón por haber sido tan egoísta.

Él mira a los ojos a su hija y se le olvida todo.

--Puedo tomarla en brazos? --pregunta con emoción.

--Si,  claro. no tienes porque preguntar.

Él la toma entre sus brazos. Siente una fuerte conmoción. 

--es nuestra hija. Es un milagro.

--Definitivamente --dice ella secándose las lágrimas

Él une su frente a la de su hija:

--te quiero hija y antes me mato que permitir que te pase algo malo.

Ella abraza a su marido por la espalda. Están al fin los tres juntos, una familia rota que está pegando su trozos. Juntos con el recuerdo del pequeño Fran que les sonríe desde la gran foto que cuelga en el salón.


De nuevo con Víctor y Hera, la pareja está abrazada en la cama hablan del nombre que le quiere poner al bebe que esperan con tanta ilusión. Sus cuerpos desnudos. Sus manos unidas y sobre el vientre de la mujer. 

--quiero que se llame como mi hermano. Él se lo merece, es lo más grande que he tenido y quiero que viva en mi hijo. Camilo si es niño y Camila si es niña.

Ella asiente con la cabeza. Sonríe y dice divertida:

--y si son gemelos.?

--¡¡me encantaría.¡ --dice emocionado--  Camilo y Víctor. ¡¡Seria la ilusión de mi vida.¡¡

--¿te imaginas.? el doble de trabajo. --lo mira enamorada-- el doble de amor.

--¿te molestaría? ¿no seria demasiado?

Ella lo besa feliz:

--nada que venga de ti nunca me puede parecer demasiado.

Los futuros papás están entusiasmados. Ella lleva a ese hombre en su interior y aunque no logre su amor ya se siente recompensada. Es ya Hera una mujer completamente dichosa gracias a su primo.

--¿cuándo lo anunciamos.?

A los dos les apetece gritar a todo el mundo que están esperando un hijo.

--Aun no. no sé. Será una bomba. Nuestras madres son hermanas y no sabemos como lo tomaran.

--Mi mamá está medio desaparecida.

--pero la mía no. No sabemos cómo va a reaccionar y  no le quiero arruinar la boda a mi hermano. Tampoco quiere hacerle sentir mal. Que parezca que como Victoria lo quiere a él yo tengo celos y quiero tener un hijo.

--¿y no es así.? --le pregunta ella con ternura.

Víctor nunca ha hablado con tanta sinceridad a una mujer: 

--no sé. Yo sé que mi hermano no aceptaría que yo tuviera un hijo con su mujer aunque fuera solo para que lo criara él,  en cambio apartándome yo  él puede ser padre. Lo que es mío es suyo  y esa niña es su hija. Yo no la podría ver de otra vez  pero no sé, ahora que él es papá quiero yo serlo.

Hera piensa que estaría bien que también lo imitara en lo de la boda. No lo piensa como algo posible. En realidad Víctor quisiera animarse y formar su propia familia. Le gustaría estar seguro y compartir el día de su boda con su hermano. Es su sueño de toda la vida pero en esos momentos le da algo de flojera pensar en el matrimonio. Hera no le pide que lo haga. Está feliz en sus brazos. Pendiente de él. Se conforma con lo que él le quiera dar y eso es lo que más le gusta a él de ella.  




Jorge esta esperando a Silvio con ansiedad. Llaman al timbre.

--¡¡voy yo.¡

Jorge lo va a abrir con Jorgito de sus brazos. A Silvio le derrite la encantadora sonrisa de Jorge. Viendo esa sonrisa Rosana está mas convencida que nunca que ha hecho bien con disfrazarse ya que a ella Jorge ya no la miraba así.

--Buenos días. --le dice Jorge.

Silvio se lo come con los ojos. Se muestra tímido para tratar de controlarse y que Jorge descubra que tras ese disfraz se esconde la única mujer que lo ha amado en serio. Silvio agarra al bebe. Jorge la acaricia. Siente como Silvio se estremece.

--¿has desayuno? 

La voz de Jorge es una caricia para Rosana que hace que si con la cabeza. Silvio deja a Jorgito en su sillita y le da su papilla. Jorge lo mira enamorado. Le gusta ese chico. No se lo puede negar. Desearía vencer sus miedos y lanzarse pero no es fácil. Principalmente porque su novia está a pocos metros. Se distrae mirando los labios de Silvio y le tira el café encima. 

--¡oh perdona.¡

Silvio se levanta de golpe. Queda a pocos milímetros de él. Jorge siente un gran deseo de besarlo. Agarra un trapo para limpiarlo pero Silvio no quiere:

--¡¡no, me limpio yo solo.¡

Jorge sonríe seductor por los nervios de él. Silvio no cree poder controlarse si lo toca.

--lo siento. Vamos al cuarto, te daré algo de ropa mía. Te ira algo grande pero creo que lo podemos arreglar.

Jorge se adelanta con el pequeño. Silvio va detrás de Jorge. Enamorada y hechizada por su trasero. Jorge deja al bebe en la cunita. Le busca ropa a Silvio.

--esto te irá muy bien.

Y se queda ahí delante esperando que se cambie. Silvio se muestra nervioso.

--¿no te vas?

--a donde. Este es mi cuarto.

--¿es que quieres que me desnude ante ti?

--cual es el problema. Somos hombres los dos.

Jorge habla tranquilo coqueto, dulce. Cariñoso. No es que tenga interés de verle desnudo. Le hace gracia la situación y quiere valorar lo tímido que es Silvio y analizar si lo ama o solo lo desea. O Ninguna de las dos cosas.  Rosana habla muy nerviosa. Obvio no se puede cambiar ante Jorge y tampoco sabe bien que decirle para impedirlo.





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