sábado, 5 de diciembre de 2020

Capítulo 25

 





Hilaria se retuerce de dolor tirada en frente la casa de Víctor. Eugenio que iba a ver si Jorge ya llegó se la encuentra así. Se angustia.

--¿¿qué te paso?

Él la quiere tocar para ayudarla a levantarse. La joven lo mira con odio.

--¡¡vete. no me toques.¡

Grita como si él la estuviera atacándola. Eugenio se molesta.

--¡¡estás loca.¡ ¡¡estás loca.¡¡

Se aleja de ahí.  Hilaria se levanta como puede. Esta deshecha por dentro. Deja la mansión llorosa. Eugenio la mira con pena.

--¿¿quien será esa niña? Es tan dulce. ¿le habrá hecho algo Víctor?

Ha quedado impresionado por la joven. No quiere pensar en ella pero finalmente va hacia atrás y toca a la puerta.

--¿¿quién? --Víctor brusco.

--soy yo.

Víctor le abre la puerta desnudo.

--¿¿qué pasa hermanito? ¿te hace una cerveza?

--No. no. Es que había una chica aquí llorando. ¿sabes algo?

Víctor se hace el que no entiende nada:

--Una chica llorando ¿aquí? ¿qué raro? De mi casa no salía. todas las que salen lo hacen con una sonrisa.

Eugenio se siente satisfecho.

--No quieres pasar.

--No.. No.

Eugenio se va pero no deja de pensar en la joven. Víctor vuelve al sofá. Sonríe recordando su hazaña.














Sin imaginar lo que ha pasado con su hija, Claudia ha metido a Camilo en su casa. En su cama. La mujer reposa feliz su cabeza en el fornido pecho del guapo tenista. Él le acaricia los cabellos complacido:

--¿estas segura de poder aceptar lo que te ofrezco? Una relación libre, sin ataduras ni compromisos. No pienso aceptar después ningún tipo de reclamo.

Claudia lo besa en el pecho. No está segura de nada pero necesita estar con él.

--Recibiré lo que quieras darme. las consecuencias. son cosa mía.

Él sonríe satisfecho. Ella lo mira enamorada. Desea decirle tantas cosas pero acepta las cosas como él las quiere. Se calla y sólo lo besa.

--espero que en serio sea así. No quiero que salgas lastimada.

Ella se aferra a él.

--Nunca me sentí tan feliz como ahora. Ni con mi marido. Estoy aprendiendo a vivir. Por primera vez me siento protegida. Amada. Contigo no me preocupa nada..

Camilo se siente conmovido. Le gusta sentirse tan amado. Camilo se levanta y se empieza a vestir.

--No te vayas.

Ella lo mira con deseo mientras él se pone el bóxers, los pantalones. Se los abrocha. Ella se levanta. Le pasa la camisa. Le ayuda a ponérsela. Lo besa.

--Nos arriesgamos mucho. no quiero que tu hija nos vea.

--La casa es muy grande. sales por la puerta de servicio y ella no se entera.

Él se despide de ella con una sonrisa. Ella lo mira enamorada.

--te busco mañana en el club.

El hace que si con la cabeza y desaparece sigilosamente. Claudia se tumba en su cama. Feliz. Hilaria está en su cuarto. Llora amargamente abrazada a un osito rosa.  Camilo llega a la casita de su hermano. Entre cervezas Víctor le cuenta lo que ha hecho con Hilaria.

--¿¡le hiciste creer que era yo?¡ ¡¡eres un degenerado¡ --le reprocha.

Víctor se defiende:

--¡como que tú te tomas tan en serio a su madre.¡¡ --dice burlon.

Aunque no está seguro que Claudia sea como las otras Camilo dice:

--si vale pero no me meto en líos con una menor de edad. ¡¡la debes haber dejado mal.¡ ¿¿y si te denuncia?

Víctor sonríe con cara de depravado:

--el gusto que me he dado vale la pena.

Camilo lo mira resignado.

--Además le he hecho un favor. Las mujeres ganan mucho cuando pierden su molesta virginidad.

Los gemelos se miran con complicidad.




A primera hora del día siguiente es enterrado el padre de Paula y Angélica. Jorge esta en primera fila. Abrazado a Paula. Como si marido. Como el cabeza de la familia. Angélica con ellos, como si no existiera. Llena de celos. De dolor.  El chico las lleva a la casa.

--preparo café.? --Angélica.

Jorge le dice que si sin hacerle mucho caso. Mientras Angélica está en la cocina, Paula en el sofá en brazos de Jorge. El la acaricia con ternura.

--tenemos que hablar del futuro.

--No me parece vivir contigo.No quiero vivir contigo sin ser tu mujer.

Jorge la mira enamorado:

--Nos podemos casar.

Angélica en la cocina llora recordando la noche de sexo que paso con Jorge.

--será mi secreto. Mi más bello secreto.

Paula mira a Jorge con agradecimiento. Siente que depende de él pero no quiere llegar tan lejos. Tampoco quiere rechazarlo, quedarse sola.

--ahora no tengo cabeza para pensar en eso. Vete a tu casa a descansar. yo quiero estar sola. Luego hablamos.

--¿estarás bien?

--si, seguro. ya has hecho bastante.

Jorge se despide de ella con un beso en los labios al que la joven no responde. Jorge se va solo a la puerta. Paula se queda en el sofá. Al escuchar que se va Angélica corre a la puerta. Jorge ya está a punto de salir. Ella lo llame. Él se gira. La mira. La mira con ojos de hermano y después de haberse acostado con él no es algo que a ella le guste.

--a mi si me gustaría que viviéramos los 3 juntos.

Jorge sonríe dulcemente. Ella lo besa enamorada muy cerca del labio:

--muchas gracias por todo lo que haces por nosotras.

Jorge se va. Angélica suspira enamorada mientras cierra la puerta. Cuando Angélica se acerca a Paula le dice:

--¿¿porque le has dicho que quieres que vivamos con él?

Angélica siente vergüenza de reconocer que ama al novio de su hermana y que se acostó con él.

--¿¿que vamos a hacer sino?

Paula lo tiene claro:

--aceptare cualquier cosa que Jorge me tenga que dar mientras no implique que yo le tenga que dar algo a cambio.

--No se vale que juegas con un tipazo como Jorge que te ama y lo da todo por ti. --le reprocha.

--No tengo ganas de discutir. Quiero descansar un poco.

Paula se va a su cuarto. Angélica se queda sola. Suspirando por Jorge.


Rosana con el bebe en brazos y una maleta con unas pocas pertenencias llega a la estación de autobuses. Va a empezar una nueva vida. Lleva el suficiente dinero para alquilar algo barato y vivir sin trabajo hasta que el pequeño Jorge tenga edad de ir a la escuela. Esta segura que su amiga desde el cielo la ilumina y hará que todo salga bien. Pide un billete para la capital. Le parece lo suficiente lejos para asegurarse que no encuentre nadie conocido y así nadie sospeche que ese bebe que ya es su vida no nació de sus entrañas. El bebe duerme en sus brazos. Durante el viaje ella lo mira con cariño. Lo deja en un moisés en el asiento de al lado. Lo vigila cariñosamente. En su bolso tiene guardada la foto de Jorge junto a su amiga. Mira a su hijo. Mira a ese hombre. No sabe muy bien porque su corazón se le acelera. Del bolso saca el viejo reloj que Jorge le regalara a Hortensia como prueba de amor. Ahora entiende el dolor de su amiga porque no regresó a buscarla. A través de esa foto y la mirada de su hijo ese hombre se le ha metido en el corazón. Besa el reloj. Su mirada es triste. No imagina que es precisamente en la capital donde Jorge vive.  


Mientras Ángela esta con su novio en el auto que conduce el. Discuten porque él siente que no se toma en serio la relación. Además Ángela sale mucho de viaje y  no le da explicaciones. El chico pierde el control del auto. Chocan.




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