lunes, 7 de diciembre de 2020

Capítulo 62

 







Camilo está feliz después de hacer el amor con Claudia.

--¿lo ves como no puedes dejarme? Me amas.

Ella lo mira triste:

--Claro que te amo y te amaré toda la vida pero no puedo estar con el hombre que ama mi hija mientras ella vive encerrada.

Él la mira dolido:

--me haces el amor y te vas ¿¿a que estás jugando conmigo?

Ella se quiere levantar de la cama pero Camilo la tiene agarrada de la mano:

--Entiéndeme. es mi hija.

--Y me quiso matar.

Esa realidad la desespera.

--¡¡es por eso. ya hicimos mucho daño.¡

Camilo defiende su amor con mucha desesperación:

--¡es que así no la ayudas en nada.¡ ¡no le sigues el juego a tu hija.¡ ¡¡yo tengo la edad de ser tu novio. no el de ella. No estoy dispuesto a renunciar al amor de mi vida por un caprichoso de adolescente.

--Tu gemelo se burló de mi hija.

Camilo está ansioso luchando por su felicidad:

--¡¡tú lo has dicho mi gemelo. no yo.¡

La suelta. Le pone las dos manos en sus mejillas muy dulcemente. La hace sentir su mirada bien dentro de ella. Claudia se levanta y se empieza a vestir. Camilo la mira sentado en la cama. Desnudo y triste.

--¿en serio me vas a dejar?

--que se supone debo hacer.? --pregunta ella con amargura.

Él se levanta luciendo cuerpazo desnudo. Ella no lo mira mucho porque lo ama y su cuerpo la enloquece y si es difícil no sucumbir a su amor, su cuerpo y además desnudo es extremadamente tentador. Él se muestra esperanzador. Siente que tiene mucho aún que hacer:

--¡¡eres joven, nos amamos. No le puedes consentir todos los caprichos a tu hija. debe aprender que no se puede tener todo en la vida.¡

Ella quisiera poder olvidar todo lo que ha pasado y ser feliz con él pero no cree que pueda hacerlo:

--y que me propones. ¿qué me olvide de mi hija?

Camilo la acaricia excitado tratando que ella vea el mundo hermoso que él quiere para los dos:

--que la dejes madurar y que vivas tu vida. que comencemos de nuevo.

--yo quisiera pero ¿¿cómo se hace?

Ella lo mira tristemente enamorada. Él le toma las manos. Se las besa con dulzura. La mira con rostro de miel y le pide:

--tengamos un hijo.

Ella mira a ese hombre desde su amor. No pensando y dice:

--Me encantaría quedarme de nuevo embarazada, lo sabes pero ¿¿cómo hago?

--si quieres que tengamos un hijo podemos intentarlo.

Ella le acaricia. Los dos disfrutan esa caricia.

--quiero sentir dentro de mí a tu hijo.

Él le toma las manos y se las pone en el vientre. A los dos les emociona mucho la idea de un hijo frutos de sus cuerpos viéndolo desarrollarse en el vientre de Claudia. Muy enamorada ella le dice:

--a mi me gustaría tener un hijo.  un varón como tu. como su padre.

Él la mira emocionado:

--¿en serio quieres un hijo como yo?

Ella se la lanza al cuello:

--si, y que se llamara como tu.

El la besa:

--¡¡pues tengámoslo. ya. ahorita..¡

Él está muy ilusionado con la idea de ser papa. Ella también pero:

--¿y como se lo digo a mi hija? No le va a sentar nada, sentirá como si la olvido.

El se muestra paciente y amoroso:

--Eso le servirá para madurar. Te lo repito no caigas en el juego de tu hija. Ella lo que quiere es separarnos.

Ella está casi convencida y él añade:

--no puedes hacer nada por tu hija. hazme feliz a mi.

Ella le regala una sonrisa mientras le dice:

--está bien. tendremos ese hijo.

Camilo la abraza feliz:

--¡¡gracias. gracias. Es el mejor regalo que me podrías hacer.¡

Camilo está entusiasmado como si el embarazo de la mujer fuera ya una realidad. Claudia se lo aclara:

--lastima que no me haya quedado embarazada ya. todo seria mas fácil. No me puedo embarazar cuando yo quiero.

Con su sonrisa más dulce y una tierna mirada de ilusión, Camilo le dice:

--Con una inseminación si. Pidamos un turno. ¡¡que sea ya.¡

Claudia está muy sorprendida:

--Creí que lo rechazabas que.

Él no la deja seguir:

--ahora nada me importa más que tener un hijo. Un hijo tuyo y mío.

Los dos están muy ilusionados y se besan apasionadamente.







Andrea llega a la Casa Grande. El guardia le ha informado de exactamente cuál es la casita de su hijo. Se le llena la boca diciendo hijo. Ese bebe al que abandono al sentirse sola ahora siente que es su mejor arma para atrapar a Raúl. Llama a la puerta. Ignacio va a levantarse pero Gustavo se le adelanta.

--¡¡ya voy yo.¡

Salía de la ducha. Sale con una toalla cubriendo su desnudez. Ignacio se sofoca:

--¡¡ya sabes que no me gusta que andes desnudo¡

Gustavo le sonríe con cierta tristeza:

--sólo es un momento. 

Mientras va a abrir la puerta Ignacio le dice:

--¡¡no puedes abrir así.¡

--Será uno de mis hermanos.

Le sorprende ver a una mujer:

--que pena con usted, estaba en la ducha.

Gustavo se muestra sonriente.

--usted desea.

Andrea lo abofetea con odio:

--¡¡así te debí imaginar. eres una basura.¡ ¡¡un depravado.¡ ¡¡¿¿qué le has hecho a tu hermano?¡

Ignacio se ha levantado. Interroga a Gustavo con la mirada. Gustavo no sabe bien que pasa. No deja que pasa:

--¡¡no puede entrar en mi casa.¡ ¿¿quién es usted?

Andrea da un empujón a Gustavo y abraza a Ignacio:

--si mamita, hijito. He venido a llevarte conmigo. He venido a rescatarte de este depravado. ¡lo que ha hecho contigo no tiene nombre.¡

Gustavo mira a su prima muy molesto. No la había reconocido de entrada. Ignacio no sale de su asombro.





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