viernes, 4 de diciembre de 2020

Capítulo 15

 






Gustavo está muy asustado al ver que Joaquín tiene a Ignacio apuntando en la cabeza.

--¡mátame a mi pero deja a Ignacio¡

Joaquín esta enloquecido.

--¡¡si no me juras que te vas a quedar conmigo mato a tu novio¡

--¡¡deja que Ignacio se vaya. la cosa es entre tú y yo.¡ ¡¡no arruines tu vida.¡

Ignacio está aterrado. Tiembla de miedo pero no dice nada. Joaquín llora.

--¡¡Prefiero la cárcel al estar sin ti.  si me he llevado a este imbécil¡¡

--¡no hagas tonterías y vete.¡ ¡¡mátame a mi. matate a ti. hazle ese favor a la humanidad pero deja a Ignacio en paz.¡

Las palabras de Gustavo en vez de arreglar la cosa la estropea. Esta apunto de apretar el gatillo pegado en la cabeza de Ignacio que cierra los ojos temiéndose lo peor.

--ya que veo que ni mi vida ni la tuya te importa pero si la de este imbécil. ¡¡pues prepárate para ver morir a tu amante.¡

--¡¡baja el arma.¡ ¡¡no seas loco¡ --le exige Gustavo.

Está muy preocupado por su primo y además le duele que este viviendo el peor momento de su vida por su culpa. Trata de calmar a su primo que está muy asustado.

--¡¡tranquilo Ignacio que yo no voy a permitir que este imbécil te haga daño.¡

A Joaquín le da rabia el cariño con el que Gustavo trata a Ignacio. Un cariño que a él nunca le dio y con una enloquecida sonrisa le dice:

--¡¡no lo podrás impedir.¡

Ignacio esta horrorizado y Gustavo angustiado en el momento que Joaquín dispara pero Gustavo es más rápido y se tira sobre él. El tiro cae desviado y rompe una lámpara. Hay un forcejeo entre los dos amantes por el control del arma. Ignacio esta horrorizado por lo que le pueda pasar a su primo. No sabe qué hacer. El arma esta en medio de los dos justo en el momento que se dispara. A Ignacio se le hiela la sangre ya que cualquiera de los dos puede haber recibido el impacto.


Sin imaginar lo que está pasando en una de las seis casitas de los hermanos, Camilo entra en la de su gemelo con una sonrisa de satisfacción.

--Veo que te ha ido muy bien con la viudita.

--Hacia diez años que no tenía un hombre y eso de hombre era un decir. No sabía lo que era un orgasmo. Me ha costado más de dos horas ponerla apunto. Creía que no lo iba a conseguir. era una gata salvaje dormida pero ¡¡yo la he despertado¡ ¡¡es insaciable¡

Una sonrisa pícara se dibuja en el rostro de los dos hermanos.

--¡¡que suerte. te has tirado a la madre y cuando quieras la hija se te abre de piernas.¡ ¡¡te lo recomiendo. tirarse a la madre y la hija es lo mejor que hay¡

Los gemelos chocan sus manos con complicidad.

--Ahora menos que nunca podría estar con Hilaria. No me parece.

--Pues eres tonto. Yo no lo dudo. Hoy sólo lo he hecho con Tamara. Está en la cocina. si tienes ganas de tirártela yo ahora me voy y hago el que no me entero.

Camilo lo mira con cara de depravado y dice:

--yo siempre tengo ganas.

Víctor le da un golpe en el hombro mientras le dice:

--esa ramera siempre está disponible así que no necesitas suerte.

Los gemelos se sonríen. Víctor se va de la casa, antes que cierre la puerta ya oye los jadeos de su hermano y Tamara. Se va riendo.




*(tanto Víctor como Camilo presumen de la vida lujuriosa que llevan)


Ignacio se tira sobre Gustavo gritando. Se alivia al ver que está bien. Lo ayuda a levantar.

--tranquilo. estoy bien. ¿y tú?¿estás bien?

Ignacio abraza a su primo. Se queda helado al ver a Joaquín muerto.

--¿¿¡y ahora que vamos a hacer?¡¡

Gustavo se toma las cosas con más calma.

--¡¡lo más importante es que tu estas bien.¡ ¡¡eso es lo único que importa.¡

Ignacio mira muy impresionado el cadáver. Gustavo lo abraza para tratar de calmarlo. Víctor llama a la puerta de los dos amantes.

--¡¡hermano, ¿¿qué paso?

Se oyen sirenas de policías.

--¿¿qué paso?¿qué paso? --pregunta Rosa frente a la puerta- ¡¡oí tiros.¡

Ana y Eugenio padres también llegan. Eugenio le pide a su esposa que se lleve a Rosa. Ignacio está muy asustado.

--¿¿y ahora qué hacemos?

A Gustavo lo único que le importa es que su primo está bien. Los dos están en bolas.

--vístete que esto se va a llenar de polis.

--¿¿vamos a ir a la cárcel? –pregunta Ignacio aterrado.

Gustavo le tira los pantalones y se pone los suyos deprisa.

--¡¡tu no digas nada. déjame a mi.¡

Los hermanos Mendoza-Itriago se van concentrando frente a la casita de Gustavo. A Camilo le han interrumpido el polvo. Sale envuelto en la sabana:

--¿¿qué paso?

Gustavo les abre la puerta.

--¡¡un loco me quiso asaltar.¡ ¡¡si no fuera porque lo atrapé seguro que nos roba a todos.¡

Rosa que no se había ido dice mirando el cadáver:

--¡¡su cara me suena¡ 

Gustavo mira con mala cara a la mucama:

--¡¡todos los muertos son iguales.¡

Se acerca a su padre y le pide:

--que se vayan todos. en especial Rosa. No me meta en líos.

Eugenio ordena a sus hijos y a Rosa que desalojen la zona. A Ignacio le duele ver que sus primos lo miran a él como si fuera un delincuente. Lo están culpando de lo que ha pasado. Sólo es el padre el que se queda con Ignacio y Gustavo. Mientras se llevan el cadáver la policía los interroga. Gustavo afirma que es un ladrón, ni lo conoce. Pese a que Gustavo trata que hable poco Ignacio muy nervioso no deja de repetir que Gustavo le ha salvado la vida. Gustavo mira con mucho cariño a su primo.

--nos tienen que acompañar. --dice la policía.

Ignacio tiene un ataque de pánico:

--¡¡nos van a detener.¡

Gustavo agarra de la mano a su primo:

--No. todo está bien.

Y luego mira al policía:

--no tiene caso que el venga. es muy depresivo. esta muy nervioso. Mejor que vaya otro día.

Pero no es posible. Gustavo insiste. Ignacio abraza a Gustavo:

--yo vengo. no te metas en líos por mi. –Ignacio.

Gustavo le pone las manos en las mejillas con cariño:

--¿estás seguro?

Ignacio hace que si con la cabeza. A Eugenio no le gusta nada la forma en la que se tratan su hijo y su sobrino. La policía lleva a los dos chicos en su auto.

--¿¿están detenidos? --Eugenio.

--no. no. es solo para interrogarlos.

Eugenio mira a su hijo:

--yo aviso a un abogado.

Ignacio está abrazado a Gustavo casi tan asustado como cuando lo querían matar. Gustavo se muestra más seguro y eso da confianza al joven.

--no, tranquilo. yo me ocupo de todo. –Gustavo a su padre.

Ana corre hacia el auto pero su marido la abraza.

--todo saldrá bien.


En la comisario Ignacio rompe a llorar antes que lo interroguen, mientras esperan. Gustavo se pone en cuclillas y es muy cariñoso con él:

--Ignacio. Confía en mi. no pasara nada. pero deja de llorar. ¿estás bien?

A Ignacio le calma la manera en la que lo mira, le hable. Gustavo le da un beso en la mejilla:

--te quiero mucho --le dice.

Gustavo exige hacer una llamada. Ignacio lo mira con cariño y admiración.  Gustavo le cuenta a alguien lo que ha ocurrido.

--usa tus influencias. ayúdame.

La otra persona no se quiere meter en líos.

--¿¿¡quieres que todo el mundo sepa que nos hemos acostado juntos? ¡¡pues ven ya.¡

Nadie oye lo que dice porque aunque alterado Gustavo habla flojito. Luego vuelve con Ignacio con una sonrisa. Se sienta a su lado y lo agarra de la mano:

--ya está todo arreglado.




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